“Solo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen” Pascal.
Qué mundo tan convulsionado vivimos hoy en día, tenemos unas situaciones que generan conflictos, que generan espanto, que generan crítica y terror, pero desgraciadamente poco hacemos ante las situaciones de catástrofe que vivimos, sean meteorológicas, humanas, culturales, económicas o sociales.
El ser humano por naturaleza es religioso, ya que el concepto de religión se refiere al credo y conocimientos dogmáticos sobre una entidad divina y una religión abarca creencias, ritos y prácticas, toda religión tiene por fin el bien, la moralidad, el hacer bien las cosas, la caridad, que es un sentimiento que impulsa a interesarse por los demás.
En México la mayoría de la población somos católicos, un gran porcentaje de la población es cristiana y otra parte judía, pero todos persiguiendo lo mismo que es la grandeza humana para ser semejantes a Dios. El problema es que nos olvidamos de esos principios y valores, por ende nos alejamos de lo que debe ser la vida diaria en sociedad por no saber fomentar la cultura de la familia y la comunidad de la iglesia.
A mi parecer, a reserva de generar mucho ruido, en México estamos atrasados en mucho, pero más en la libertad para permitir el cambio retrógrado de la educación laica, debemos luchar por la libertad de cátedra y la libertad de los padres para decidir la educación escolar que deben tener nuestros hijos y parte de esa libertad es la de escuelas con educación religiosa. Curiosamente los que más hablan históricamente de esa educación laica fueron formados en escuelas religiosas y sus hijos también.
Nos quieren imponer los liberales, los políticos incluyentes, los ideólogos de la izquierda la libertad de género, el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, y otras series de “libertades” pero no se permite la libertad del culto religioso en la educación escolar. ¿Por qué quieren romper la formación de casa con la formación de escuela? No es sano para el niño, para el joven estar en medio de dos mundos el que tienen de formación familiar y el que tienen de formación escolar. Dirán existen esas escuelas, sí pero se tiene que disfrazar la formación.
Quieren libertades, generen libertades, quieren derechos, generen derechos, quieren tolerancia, sean tolerantes, quieren respeto sean respetuosos. Porque la realidad es que en la medida que el ser humano se aleja de la moral, de la religión de las creencias naturales, ese ser humano se aleja de la perfección y provoca caos y problemas.
No son atractivas la familia y la iglesia porque no hemos enseñado lo suficiente con firmeza y ejemplo a respetar la familia y la iglesia y no queremos aprender a vivir en comunidad, a vivir bajo reglas, a vivir buscando la santidad o sea la perfección espiritual, curiosamente Dios sí es atractivo lo buscamos siempre y por todo; bueno hasta los ateos lo buscan e imploran en algún momento. Esa es la incongruencia Dios es atractivo pero sus instituciones no; y no busquemos pretextos ni culpables, la realidad es que nos alejamos de lo importante para buscar lo perecedero.
El compromiso es lo que aterra: para formar una familia, para tener una vocación religiosa, para ser parte de la Iglesia, no queremos compromisos y mucho menos somos capaces de luchar por sostener una relación de familia empezando por el matrimonio, con mucha facilidad somos capaces de romper lazos en lugar de luchar por apretar más esos lazos. Por eso no son atractivas la familia y la Iglesia, por eso se vive fácilmente el dispendio, la violencia.
Ya es momento de que los gobernantes, los ciudadanos, los que se dedican a la labor religiosa como sacerdotes y pastores, los padres de familia nos ocupemos más del tema para formar seres humanos íntegros y comprometidos.
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