Una nueva política, una nueva ciudadanía

La política puede ser la mejor o la peor herramienta para construir o para destruir una sociedad. Toda persona que quiera incursionar en la política debería comprender la magnitud del compromiso que implica. En el sentido más amplio y profundo, la política es una vocación de servicio a los demás. Es la gran oportunidad de promover mejores condiciones para que toda persona pueda alcanzar una vida digna, es una oportunidad única para construir el bien común.

El problema es que la mayoría de las personas que ocupan cargos políticos desconocen, olvidan o ignoran la visión profunda de la política. Urge tener mejores políticos y la principal responsabilidad es nuestra, de los ciudadanos. Depende de nosotros, de las personas que votamos y elegimos a nuestros gobernantes. No podemos seguir en la frustración y la queja, debemos actuar. Está en nuestras manos cambiar el rumbo de la política de nuestro país.

Necesitamos a nueva ciudadanía que arranque de raíz a los políticos corruptos, a los políticos incongruentes y a los políticos reciclados.

¡Basta de ver como normal que un político robe! El político corrupto debe ser señalado, debe ser juzgado y debe ser castigado. El dinero que ocupan los gobiernos no es de ellos, es de nosotros, es de los ciudadanos. El político que roba, te roba a ti y a mí. Arranquemos de raíz a los políticos que se enriquecen a costa de la pobreza y la necesidad de nuestra gente.

¡Basta de ver como normal que un político mienta! El político incongruente debe ser cuestionado, debe ser evidenciado y debe rendir cuentas por sus compromisos y sus promesas. Cuando un político tiene un doble discurso y una doble agenda falta a la confianza que depositamos en ellos. El político que miente, te miente a ti y a mí. Arranquemos de raíz a los políticos que nos quieren ver la cara y que creen que se pueden salir con la suya.

¡Basta de los políticos de siempre que se aferran al poder y al dinero! El político que salta de un puesto a otro buscando sólo su beneficio debe ser expulsado de la política. Cuando un político se recicla nos ve solamente como instrumentos para seguir con su estilo de vida. El político que se recicla vive a costa tuya y a costa mía. Arranquemos de raíz a los políticos que no “sueltan el hueso” porque no se van a ir si nosotros no los sacamos.

Una nueva ciudadanía debe expulsar a los políticos corruptos, incongruentes y reciclados. Y pondrá en su lugar una política honesta, valiente y ciudadana.

Los políticos honestos no son sólo los que no roban dinero. Los políticos honestos son aquellos que tienen la capacidad para ocupar el cargo para el que fueron elegidos. Un político negligente también es corrupto porque hace tanto daño como el que roba. ¡Nos urgen políticos profundamente honestos y altamente capaces!

Los políticos valientes no son sólo los que no mienten. Los políticos valientes son aquellos que ponen por delante sus principios y las necesidades de su comunidad y no sucumben ante la presión de su partido o de su líder político. ¡Nos urgen políticos profundamente congruentes y con vocación de servicio!

Los políticos ciudadanos son la clave para renovar a la clase política de nuestro país. Se requieren mujeres y hombres, madres y padres de familia, empresarios, maestros, líderes sociales que rompa con los acuerdos de las élites que se han aferrado al poder y han vivido a costa nuestra. ¡Nos urgen ciudadanos dispuestos a renovar la política en México y ponerla al servicio de la gente!

En conclusión, para tener una Nueva Política debe haber una Nueva Ciudadanía. Esta Nueva Ciudadanía la construiremos tú yo.

En 2024 se renovará gran parte del sistema político de nuestro país. Cambiará el Presidente de la República, cambiaran senadores, diputados, gobernadores, presidentes municipales… en nuestras manos está cambiar el destino de nuestro país con una Nueva Política, una política honesta, capaz, valiente, ciudadana y con vocación de servicio.

Además, el primer paso lo podemos dar en el Estado de México y Coahuila. El 4 de junio de este 2023 tenemos la oportunidad, en estos dos estados, de decirles NO a los políticos corruptos, incongruentes y reciclados.

Que no nos digan que no se puede, sí podemos y debemos hacerlo, por nosotros, por nuestras familias y por nuestro querido México.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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