Para saber si ese novio o novia te conviene hay que fijarse en varias cosas: en los buenos modales -ya que de allí se deducen otras actitudes importantes en la vida íntima- ; responsabilidad en el estudio o en el trabajo, y que tenga buen carácter.
El mayor error de los adolescentes en el noviazgo es centrar su vida en el él o en ella. Eso provoca el fracaso. Te vuelves “adicto a esa persona”. La joven se siente “acosada”, perseguida, “ahogada” (sin libertad), o, en el caso de él, siente que ella no tiene más miras que él, y eso lo ahuyenta, le aburre, percibe pocos valores en ella. Lo que empezó como una relación de amistad se convierte en una posesión. ¡Cuántos jóvenes tienen ya esa experiencia!
Tres señales de que has centrado tu vida en una persona, son:
– Tu estado de ánimo depende de cómo te trate.
– Te vuelves posesivo, celoso, exclusivista (el exclusivismo sólo debe darse en el matrimonio).
– Dejas de convivir con tu familia y amigos y centras tu pensamiento en él o en ella.
Cuanto más centres tu vida en tu pareja, menos atractivo le resultas. A las personas nos gusta que los demás tengan otros intereses culturales, deportivos, familiares y hobbies sanos: pintar, cantar, bailar.
Muy pocas personas se casan con quienes salieron en la secundaria o prepa. La relación ha de ser buena para ambos, sino no funcionará. Si alguien te miente, tu relación se basa en palabras y vas a sufrir. No vale la pena seguir con una persona que ha mentido varias veces. Algunas chicas se niegan a dejar al novio inconveniente porque piensan que no van a conseguir otro. Y no es así. “Boda y mortaja del cielo baja”. No dejes que te rompan el corazón una y otra vez.
Si tu novio te maltrata, aunque sea un poco, apenas estás “viendo la punta del iceberg”, es decir, apenas es una muestra de lo que viene detrás: insultos, bofetadas, abuso emocional, estrangulamiento…
Claves para un noviazgo inteligente:
1. No tengas novio demasiado pronto. No salgas con cualquiera; conoce a la gente antes de ponerte a su alcance. Sal con gente de tu edad, en grupo.
2. Conoce a muchas personas. Nunca salgas con la misma persona dos veces seguidas. No te comprometas fácilmente.
3. Fija tus propios límites. Si una persona tiene mala reputación, no salgas con ella.
4. Evita situaciones comprometedoras como son quedarse solos en un departamento, beber, usar droga, o cuidar niños si los padres no están presentes.
5. No quitarse la ropa ni ponerle las manos encima a alguien.
De todas las decisiones que tomarás en la vida, ésta quizás sea la más importante. No elijas a lo tonto con quien vas a salir; no uses el sexo como un juego porque no lo es. Muchas mujeres han quedado infértil por tomar la pastilla del siguiente más de dos veces. Debes ser selectivo con las personas con quienes sales, divertirte sanamente sin alcohol ni cosas dañinas.
Hay que respetar las opiniones del otro, pero a la vez, ver si esas ideas y principios concuerdan con los míos, o, sino tengo principios o reglas de vida, empezar por tenerlos. Todos necesitamos límites y convicciones para ser felices.
Las raíces que debe tener un noviazgo han de basarse en una raíz que tiene tres partes. Fíjate en qué cree la persona amada –es fundamental que crea en el Dios verdadero y le dé su lugar y su tiempo-, qué espera de la vida, de ti, de sí, y qué ama (la ecología, la lectura, la lujuria, el poder a costa de lo que sea, la pureza, el bien de sí y de los demás, las actividades culturales, etc).
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