Meade y AMLO

Nomás que no le cuelguen un milagro

Estrategas de Meade lo metieron en una guerra contra Anaya, que lejos de ganarle, lo victimiza más, y utilizan a la PGR de instrumento político, mientras aumenta la criminalidad e inseguridad en el país y hasta la CU es escenario de asesinatos y narcomenudeo.



A la lenidad para los exgobernadores priistas que saquearon sus estados, se agregó Rosario Robles, que desfalcó 3,400 millones en Sedesol y Sedatu (Amlo exigió citar a declarar a Meade) y asegurar cuatro ranchos más al exgobernador de Chihuahua César Duarte, con 2,344 hectáreas, 450 cabezas de ganado, 30 bisontes y algunas llamas, que –dijo– adquirió para apoyar a los campesinos.

Para colmo se destapa otro fraude por 65 mil millones del veracruzano Javier Duarte, que dejó su lujosa casa de descanso en el Edomex a su esposa, cuentas bancarias y más propiedades, mediante divorcio amañado, pues a él y congéneros los encubre la PGR, y no extrañaría que ésta primero detuviera en Canadá a Manuel Barreiro, presunto cómplice de Anaya en un supuesto fraude inmobiliario queretano.

Mientras Meade refuerza doblemente su equipo con 37 personas y deja fuera a mañosos como Juárez Cisneros, Beltrones, Beatriz Paredes, Osorio Chong y al inservible Ochoa Reza, nada parecidos a los próceres e ideólogos del PRI invencible (Reyes Heroles, en primer sitio) hoy que el partido necesita tirar el lastre de Peña Nieto y un impulso casi milagroso para permanecer en Los Pinos.

Urge además resolver el problema del narco en la UNAM, pues el rector Enrique Graue y sus dos inmediatos antecesores lo dejaron crecer: De la Fuente impidió arrebatar el Auditorio Che Guevara (nombre ajeno del todo a CU, en vez del auténtico “Justo Sierra”) a mafiosos, donde inició el narcomenudeo, que José Narro desatendió, y ahora dejó dos muertos en la Facultad de Contaduría.

Graue tiende una cortina de humo y dice que no militarizará la UNAM, cuando nadie pide eso; sino acabar con la complicidad de funcionarios, empleados, vigilantes y alumnos que fomentan la venta de enervantes, mediante la Policía de la CDMX o Federal, pues sólo con fuerza y labores de inteligencia se disuadirán y prevendrán esos ilícitos.

Es artimaña invocar la autonomía, que no es extraterritorialidad, y en las mejores universidades del mundo, como Harvard, MITT, Stanford y Oxford, policías locales, armadas, vigilan los campus.

Pero más parece que se quiere impulsar la candidatura de López Obrador, que ya festeja con el canto de “Morenita mía”, aunque su avaricia amenaza con perderlo, pues pretende resucitar a delincuentes destacados como Salgado Macedonio, que entregó Acapulco al narco; Napoleón Gómez Sada y Elba Esther Gordillo, a cambio de fuertes sumas, porque se siente invencible y que obtendrá el triunfo a costa de lo que sea.

Pese a que no logró el control del SNTE para ganar hordas de maestros que cuidaran las casillas, como prometió Elba, pues Juan de Dios de la Torre les ganó la partida; el Peje confía en más de 100 páginas y blogs que sus fans manejan en redes sociales, con fervor digno de mejor causa, aparte de la ayuda que le presta Vladimir Putin, cuya injerencia se aclara más cada día.

Ni Meade ni Anaya parecen haber recapacitado en que AMLO juega ahora todas sus cartas por la Presidencia: políticos corruptos, delincuentes confesos, gavillas armadas, mafias del narco y sectas afines al Partido de Encuentro Social, a los que ofrece el perdón de su república moral y amorosa, para armar la guerra civil que propalan sus fans en las redes sociales, porque él ya no está dispuesto a perder la realización de su sueño de poder.

Ojalá Peña Nieto desista de hacer ganar a Meade con dinero como a Del Mazo en Edomex, y con megafraude a Riquelme en Coahuila, según hace prever el ascenso del exgobernador Rubén Moreira, en el CEN del PRI (cuya esposa Carolina Viggiano, colabora con Meade) quien junto con su hermano y antecesor Humberto depredaron y endeudaron a su estado.

Porque el gobierno emanado del pueblo, que sólo obedecerá los dictados del pueblo y hará justicia cuando el pueblo se lo demande, será la dictadura que implante Andrés Manuel, estilo Hugo Chávez y Fidel Castro, según pregonan fans suyos, como Alberto Anaya (que imprime y regala libros sobre Nicolás Maduro) y trocará en la dinastía que heredará a sus hijos, empezando por Andy (Andrés Manuel López Beltrán).

Eso cree lograr aunque el voto no lo favorezca, porque no tiene victoria segura en ningún estado y su abanderada Claudia Sheinbaum puede darle un susto en la CDMX, porque la persigue la muerte, de la que fue cómplice, de los 19 infantes del colegio Rebsamen y le impide debatir con sus contrincantes y realizar muchos mítines, para que no la increpen al respecto.

Ojalá a ninguno de sus incondicionales se le ocurra colgarle un milagrito al Peje, porque si lo digitalizan y hacen viral, se corre serio riesgo de que ya nadie lo pare.

 

@yoinfluyo

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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