Mucho ruido pocas nueces

El debate en las redes sociales fue lo más divertido y prendido, que lo ocurrido en el debate del domingo entre las candidatas y el candidato a la presidencia de México. Los memes nos divirtieron, nos hicieron reír, y cubrieron la alta expectativa que se había generado.

Claudia Sheinbaum, como lo comentamos en este espacio, jugó a lo seguro, ante cada ataque se lanzó con una respuesta que machacó una y otra vez: “La candidata del PRIAN”, para referirse a Xóchitl Gálvez, y asociarla con el desprestigio de las marcas políticas que acompañan a la candidata de la oposición. 

Y Xóchitl nunca ha construido una buena respuesta ante este señalamiento, peor aún, intenta alejarse de esos partidos que obtuvieron alrededor de 21 millones de votos en las elecciones intermedias del 2021.

Claudia no es una gran candidata, es aburrida, es fría y nada efusiva, con un rostro serio y nada empático. Por eso la mejor frase que Xóchitl le dijo, es que era “la dama de hielo”. Pero lo repitió sólo un par de veces, mientras que en cada ronda se perdía entre tantas tarjetas que leía, lo que le quitó contundencia y espontaneidad. El problema es que no siente lo que dice, no se concentra en transmitir emociones que sacudan a la gente. Está sobre asesorada y mal enfocada.

¿A quién le habla Xóchitl?

Si la estrategia en una campaña electoral es responder: ¿Qué vamos a decir? En el caso de la candidata opositora no sabemos a quién le habla. Muchos analistas pro-Xóchitl intentan disculparla, o por no reconocer que se han equivocado, dicen que el problema es su equipo que no le ayuda, que los partidos políticos que la postulan son un lastre, y mil pretextos para no reconocer que el principal problema es Xóchitl. 

No sólo porque no sabemos a quién le habla la candidata opositora. Es obvio que no les habla a los militantes de los partidos que la postulan, porque todo el tiempo se intenta desligar de ellos, y lo hace mal. No le habla a ese grupo de votos conservadores del PAN, porque repite las mismas políticas sociales de Morena y las mismas ideologías que propone la izquierda, es decir no se contrasta, ni en lo social, ni en lo cultural y menos en lo económico. Sus propuestas son banderas de izquierda con el típico reparto de dinero. Ninguna propuesta que contraste con contundencia. 

Xóchitl se configuró desde el principio como un fenómeno de la opinión publicada, pero no se consolida en la opinión pública. Lo dijimos hace tiempo, sólo está congregando a los grupos anti López Obrador, sin sumar a otros segmentos que se requieren para enfrentar con éxito a Morena; peor aún, con algunos posicionamientos y dichos de la candidata hasta pierde el apoyo de algunos segmentos de votantes.

Por ahora, no habrá cambio en las tendencias de opinión. Nadie les habla a los jóvenes, ni a los votantes independientes. Y así el debate se ha tornado aburrido. Un debate que generó mucho ruido y pocas nueces. 

Hay que decir que Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, ha llenado las redes con memes divertidos, ante la falta de sustancia de la actual contienda electoral, por lo menos conviene reír ante la tragedia de la pobre clase política que padece hoy México.

«La tarea más difícil en la vida es la de cambiarse a uno mismo». 

Nelson Mandela

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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