México; aztecas y nazis (4)

Los aztecas y los nazis (4 de 5)

Los paralelismos entre los nazis y los aztecas planteados por José Antonio Sánchez, responsable de la televisión pública española (RTVE), han causado honda polémica. Sumado a la afirmación de que España habría llevado a cabo una obra Evangelizadora que es digna de elogiarse en el territorio de lo que actualmente es la República Mexicana.



El punto controversial relativo a la evangelización es si tal obra evangelizadora fue una imposición injusta para los indígenas. Tal cuestión implica un estudio a conciencia. Por nuestra parte, comentaremos algunos puntos tomando como base las investigaciones plasmadas en el libro de: “La conquista espiritual de México”, de Robert Ricard y del libro: “Los nahuas después de la conquista”, de James Lockhart.

El autor del presente escrito, si no a mal entendido al leer los libros antes referidos, puede escribir que la reacción de los indígenas ante la evangelización tuvo tres respuestas. No hay que olvidar la delimitación cronológica, se está hablando de la primera mitad del siglo XVI hasta los años 70 de dicho siglo.

Una respuesta fue de acogida de la religión católica, dejando de lado las divinidades mesoamericanas, y en este aspecto el indígena plasmado en el Nican Mopohua llamado Juan Diego sería el modelo a seguir. Al parecer una minoría indígena adoptó esta actitud. Pero no dejó de ser significativa para los demás indígenas.

Otra respuesta fue de franca oposición a la religión católica, en donde efectivamente hubo algunas situaciones de violencia para imponer a la nueva religión según el lema: “cuius regio, eius religio”, que ya se ha comentado en la tercera parte de este artículo. Los grupos indigenistas mencionan acertadamente estos casos que no dejan de ser lamentables. Afortunadamente estas situaciones no fueron la constante en la obra evangelizadora, pues en caso contrario tendría que haberse llevado a cabo una labor de limpieza étnica por motivos religiosos, lo cual no consta en algún documento histórico.

Y aprovechando esto último sobre la cuestión de la muerte de muchos indígenas en el siglo XVI y todavía en la primera mitad del siglo XVII, que algunos califican de genocidio y sobre la cual existen controversias sobre su número que oscila entre el 50% y el 90%, según la fuente que se investigue, es importante recordar que el agente genocida por excelencia fueron los microorganismos, si es que el término genocida puede aplicarse a la muerte de muchas personas en razón de una enfermedad, más bien la palabra epidemia sería la más adecuada. La viruela y el sarampión, entre otras, fueron las causantes de la baja poblacional indígena. De hecho, llevó a los indígenas varios reemplazos generacionales -alrededor de 150 años aproximadamente- desarrollar inmunidad biológica. A modo de apunte histórico, será hasta con las investigaciones de Luis Pasteur en la segunda mitad del siglo XIX que se dará lugar a las vacunas. Volviendo al caso de los indígenas, efectivamente a la enfermedad se le sumó las condiciones de trabajo inhumanas de muchos indígenas que contribuyó a su muerte.

Y hubo una tercera respuesta por parte de los indígenas ante la evangelización a modo de negociación práctica, que fue la que predominó en la mayoría de los indígenas allá en el siglo XVI y sobre de la que vamos a comentar un poco ampliamente.

De acuerdo a los usos y costumbres de los indígenas antes de la conquista, cuando un pueblo dominaba a otro pueblo, el vencedor exigía tributo, el cual consistía en ceder en especie, ya sea maíz, frijol, artesanías o animales. En el caso de los aztecas, éstos llegaron a exigir personas para sus sacrificios como parte del tributo; pero además los vencidos debían rendir culto a los dioses de los vencedores, porque al ganar éstos la guerra quedaba demostrado que los dioses de los vencidos eran inferiores a los dioses de los vencedores. En resumen, los vencidos debían rendir culto a los dioses de los vencedores y podrían libremente rendir culto a sus propios dioses a como lo habían hecho tradicionalmente. En un esquema religioso politeísta tal situación no causa escándalo y permite una co-existencia en la adoración de dioses extranjeros y dioses propios.

La situación descrita en el anterior párrafo buscará ser implementada por parte de una gran mayoría de los indígenas ante la obra evangelizadora llevada a cabo por franciscanos, dominicos y agustinos en la primera oleada de evangelización de la recién Nueva España, como se explicará en quinta parte de este artículo.

CONTINUARÁ…

Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP)

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carlos.ramos@upaep.mx

* Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen necesariamente la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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