Solo queda una semana para que las precampañas por la presidencia de México concluyan. Las tendencias que arrojan las encuestas son que Claudia Sheinbaum logró avanzar unos puntos y registra alrededor de 50 puntos en la intención de voto; Xóchitl Gálvez mantuvo sus puntos desde que arrancó el proceso, es decir está entre 26 y 30 puntos, incluso se refrenó en algunas encuestas; y Movimiento Ciudadano aparece en tercer lugar siempre con menos de 10 puntos aproximadamente.
Un escenario inicial muy parecido a las tendencias que se registraban rumbo a la elección presidencial del año 2000, donde participaban Vicente Fox, Francisco Labastida y Cuauhtémoc Cárdenas. En aquel entonces, la campaña interna priista había catapultado a su precandidato, y en la encuesta de Reforma de finales de 1999, Francisco Labastida registraba 43 por ciento, Vicente Fox, muy parecido a los números de Xóchitl, registraba 27 por ciento. Mientras que Cárdenas marcaba 8 puntos, muy parecido a lo que hoy registra Movimiento Ciudadano. Labastida llevaba 16 puntos de ventaja.
Estos datos nos muestran cómo las elecciones pueden dar vuelcos importantes, ya que Fox superó finalmente a Labastida y por primera vez se venció a la “dictadura perfecta”. Sin embargo, para que eso ocurra muchos factores deben moverse en la misma dirección. Es como una competencia de remo, donde cada uno de los remeros debe jalar al mismo tiempo y hacer movimientos sincronizados, si uno de ellos falla, se compromete el triunfo.
Los remeros son cada una de las áreas de un equipo de campaña. Pero no hay que perder de vista que se está votando por una imagen, por un ser humano que encarna una causa; el candidato o candidata se convierte en un factor clave para el triunfo. Hasta ahora, algunos de los opinadores que hablan de la campaña de Xóchitl, comentan sólo sobre alguna parte de la misma, o sobre alguno de los “remeros”: Que si ayudan que si no ayudan; que no están avanzando; que donde está el coordinador de campaña; que si los partidos participan o no participan; que cual es la estrategia de comunicación. Pero pocos han puesto el ojo en la candidata, y ahí reside la mayor complejidad.
Un candidato no es un producto comercial que se vende y que, si sale dañado, se regresa a la fábrica para mejorarlo. No se puede en poco tiempo generar la candidata versión 3.5, o devolverla para la mejora continua. No se puede cambiar tan rápido la personalidad de un ser humano ya hecho y diseñado a lo largo de su vida, con sus fortalezas y debilidades.
En la encuesta que mencionamos de Reforma de finales de 1999, a 6 meses de la elección, Fox tenía sólo 17 por ciento de negativos y sus positivos bordeaban casi el 60 por ciento. Es decir, el candidato contaba con un potencial para crecer y remontar la desventaja inicial, por su mejor impacto favorable entre el circulo verde, es decir entre la gente.
La imagen de Xóchitl no está reflejando este factor, peor aún, mientras pasa el tiempo sus negativos han crecido. Su equipo debe trabajar en ella, y ella debe cooperar. No es un asunto fácil. Las percepciones negativas sobre el candidato cuentan enormemente.
Ante el factor Xóchitl, es importante que la oposición trabaje en varias pistas, primero en ella y su mensaje, pero también en lo que quieren los indecisos. Ya cuenta con una masa crítica de gente anti AMLO, ahora debe avanzar hacia los indecisos o switcher, y es importante explorar y conocer cuáles son los deseos, sueños y necesidades de este grupo que no se está identificando con ella.
Lo fascinante de las campañas es que se deben tomar decisiones veloces, pero asertivas, basadas en datos y estudios que, cuando se deciden cuáles son las acciones a ejecutar, llevarlas a cabo con disciplina.
En cambio, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum solo debe evitar cometer errores. Casi casi puede pasarse la campaña saludando y defendiendo al pueblo, para mantener la ruta hacia la victoria. Ya no se le ve agobiada como al principio, y eso es una mejoría en su lenguaje corporal, aunque hay que decir que tampoco es una gran candidata, no es una líder que inspire o conmueva, ¡nada que ver! solo se desliza en la tabla de la marca Morena y apegada a la popularidad del presidente.
En los próximos meses los acontecimientos que aún no conocemos y la habilidad de generar tácticas creativas en el día a día, podrían dar vuelcos a las tendencias actuales. Pero la mejor forma de actuar es contar con un diagnóstico real, y no basar las decisiones en deseos. El futuro se construye cada día.
Las nuevas armas requieren nuevas tácticas. Nunca ponga vino nuevo en botellas viejas.
Heinz Guderian, mariscal de campo alemán 1888–1954
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