La oposición desde hace tiempo solo se ha mostrado callada y ve pasar la vida por sus narices.
Aunque la guerra sin razón del presidente contra el INE sigue a todo lo que da, el INE continúa haciendo su trabajo en el tema de la revocación de mandato. Y sí es necesario diga lo que diga el Ejecutivo y muchos admiradores de Morena y ellos mismos, que le asignen el recurso económico que se requiere para el proceso.
Ya se juntaron las firmas que mandata la Constitución, propiamente están todas legales y en mayor número, ahora lo que viene es estar atentos al proceso y meditar como ciudadano si se acudirá a las urnas el 10 de abril para decidir el futuro de México, no es solo el futuro de AMLO es el de México.
Es increíble que los que se rasgan las vestiduras hablando de una democracia participativa, hablando que el pueblo decide hayan puesto un candado perverso; que nadie puede hacer campaña para apoyar la revocación o para apoyar que siga AMLO. Eso es ir contra la democracia. Hoy en día sólo vemos que empujan el tema el propio presidente y todo su séquito de lacayos aplaudidores. La oposición como hace tiempo callada y solo ve pasar la vida por sus narices.
Lo grave del tema es que desde el inicio nació pervertido, la propuesta para juntar las firmas era que siga Andrés Manuel, la apuesta diaria del presidente promoviendo el tema de la revocación, disque por ser muy demócrata, es que haya votación para que él se aplauda como el gran salvador de México. Y comentaba de la gravedad del tema porque en general nadie de los actores políticos ha explicado realmente al ciudadano lo que es este proceso y sus consecuencias. Una situación grave de salir positiva la decisión de que se vaya es ¿Quién quedará en el cargo? Y ¿Qué hará AMLO y sus seguidores?
Se ha escrito mucho en columnas y en noticias sobre el tema, pero poco se ha dicho lo que dice la Constitución en su artículo 84: Ante la ausencia total del presidente el Secretario de Gobernación asumirá el cargo y el Congreso tiene 60 días para nombrar, por mayoría calificada, es decir las dos terceras partes de sus miembros, quien asumirá el cargo vacante. Eso va a traer una gran confrontación y generar choques no solo entre los políticos sino entre la ciudadanía. Eso no es democracia, ya que la democracia sería que el ciudadano decida quien asume el cargo. Eso es lo adecuado.
Para recordar la pregunta que aparecerá en la boleta es: ¿Estás de acuerdo en que (nombre), Presidente/a de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de confianza o que siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo? Y contestaremos sí o no. El día que vayamos a decidir para que la consulta sea válida debe participar el 40% de la población inscrita en la lista nominal de electores. En la lista hay en números cerrados 90 millones de ciudadanos, o sea tienen que participar 36 millones de mexicanos. Recordar que AMLO ganó con 30 millones de votos más o menos. Si conserva su votación pues no hay revocación de mandato.
Y entonces tendremos el escenario triunfalista de los miembros de la famosa transformación de México, nos dirán “México está prefecto, está como nuca, el pueblo bueno y sabio lo ratifica, no hay nada que componer, debe seguir todo igual” Entre otras cosas y AMLO habrá alimentado más su Ego y lo tendremos que soportar más en sus mañaneras atacando y dividiendo a México porque su pueblo lo aclamó y ratificó. Lo único que le falló es que en el cambio de la Cámara perdió la mayoría absoluta y por ende su tirada de reelegirse. Pero eso no importa él seguirá al frente de todo lo que venga porque así lo pidió el pueblo. Y a través de un títere gobernará México del 2024 al 2030. Ese es el riesgo si gana.
Pero que pasaría en el supuesto de que el 10 de abril el pueblo bueno y sabio vota para que se vaya. ¿Realmente dejaría el poder? ¿Sus tribus no incendiarían a México argumentando fraude y culpando al INE? ¿Cumpliría su amenaza aquella de que el tigre anda suelto? Siento que de perder en la votación y se le revoque el mandato tendríamos una grave crisis social y política, ya ni decir económica, además, para nombrar al sustituto no habría acuerdos nunca, Morena tiene una gran mayoría en el Congreso y aunque no la necesaria para poner ellos al presidente, sí la necesaria para parar y bloquear todo.
Total la jugada populista de los pseudoizquierdistas liberales y demócratas les está saliendo. Es meter a México en un laberinto innecesario para destruirlo más de lo que lo han destruido. Lo que debemos reflexionar para decidir si vamos a votar ese día o no vamos, es ¿Qué consecuencias tendrá este circo? Y tan fácil que sería si AMLO y su séquito quieren democracia participativa que ese señor escuchará a los que saben, que tuviera un gabinete pensante, no solo de adorno, que viera el acontecer diario y corrigiera sus errores para salir adelante. Pero eso no pasará, él no es demócrata, él lo sabe y puede todo y es tirano.
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