La radicalización está en marcha

La gran incógnita para México es si Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, mantendrá la ruta de radicalización que le está marcando el presidente de la República, al que le quedan menos de 30 días de poder casi absoluto, o buscará sacudirse de esa herencia que está provocando graves incendios y alarmas en distintos frentes; porque si la próxima presidenta no toma distancia de ese radicalismo, México no volverá a ser el mismo. Y de hecho ¡ya no lo es!

Todas las estrategias y conductas que ha mostrado el partido en el poder muestran que su radicalización está en marcha, con una maquinaria que camina a todo vapor, conducida por un grupo político que busca el control total de distintas áreas de la vida pública; ahora no sólo es capturar los tres poderes, también es dictar el tono de los medios de comunicación que por miedo o complicidad, poco a poco empiezan a alinearse para regresar a ser los “soldados del sistema”, como ya lo muestra, por ejemplo, televisa en sus espacios de opinión.

Nada volverá a hacer igual. Todo lo que hemos vivido en los últimos 30 años sería aniquilado, y se nos dirá que así lo mandó el pueblo, y el que no se someta simplemente será sancionado y perseguido. Cada espacio, cada rincón con poder económico, político o militar, será sometido para tocar una sola sinfonía; porque incluso, se puede aprovechar que ya en el mundo occidental, ni siquiera se permite debatir cuando hay algún tema con opiniones divergentes; simplemente, cualquier disidencia es acallada y encasillada como un comportamiento de odio, o que está en contra de los derechos de las mayorías.

La instalación de la izquierda política autoritaria está consolidándose, le seguirá el cambio al modelo económico y avanzará para transformar la cultura, como un punto esencial recomendado por el revisionista de izquierda Antonio Gramsci; para que hasta la disidencia u oposición sea controlada, a través de la extorción o el soborno. 

Estos elementos ya están ante nuestra vista: el tribunal electoral federal, les entregó una sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión que no ganaron en las urnas; y en la ciudad de México algo similar a ha ocurrido en el congreso local; y ya encarrerados, bajo el enfoque de violencia de género (cambio cultural), los tribunales le quitan a la oposición la delegación Cuauhtémoc.

Será difícil que los viejos dirigentes de los partidos de oposición se percaten de que México ya cambió, que las conductas, estrategias y posicionamientos que han operado en los últimos 30 años ya no tendrán ningún efecto; porque simplemente el régimen ha sido alterado de una manera tan profunda, que sólo con nuevos actores de la sociedad civil se podrán desarrollar nuevos métodos, con nuevas estrategias de acción, si se quiere recuperar la libertad de opinar, disentir, competir o aspirar al poder. 

Hemos sido testigos de cómo en las últimas semanas, muchos actores internos y externos han levantado su voz de preocupación ante la radicalización que vive México, y simplemente han sido ignorados, incluso han sido amenazados o retados; como cuando el presidente pidió a las mujeres y hombres más ricos de México que manifestaran su posición frente a la reforma al Poder Judicial; y de los 5 personajes retados, sólo uno, Ricardo Salinas Pliego, tuvo el valor de plantarse  frente a ese desafío, y la reacción del poder presidencial fue amenazarlo a través del Sistema de Administración Tributaria.

Los millones de votos que Morena obtuvo en las urnas los han usado para arrasar con todo el sistema político de pesos y contrapesos; incluso ahora también se amenaza a los jueces que dictaron la suspensión de la discusión sobre la reforma al Poder Judicial; ahí está el diputado federal morenista, Sergio Gutiérrez Luna, proponiendo un juicio político para inhabilitarlos, una denuncia penal para llevarlos a la cárcel, si es necesario; y también sus amenazas a algunos Consejeros Ciudadanos del INE.

Así septiembre se convertirá en el país de un solo hombre, que buscará modificar el rostro de México de manera casi irreversible durante muchos años, usando todo el poder a su alcance. Aún no conocemos a Claudia Sheinbaum, pero pronto sabremos si podrá darse un respiro a ella misma y tomar medidas con más serenidad, o mantendrá alimentada la frenética carrera de un tren desbocado, donde viaja toda una nación.

No puedes ser libre hasta que te deshagas de tu miedo.
– Erich Fromm

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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