Estamos en el último trimestre del año y el Instituto Nacional Electoral (INE) empezará a prepararse para las elecciones locales del próximo año, que se realizarán en los estados de Durango y Veracruz, para elegir a las autoridades municipales de ambos estados el 1 de junio de 2025.
Para identificar la ruta de estos comicios locales, hay que proyectar algunos elementos:
Primero, será difícil que se configure o repita una alianza opositora, como la que se congregó en el pasado, con los partidos políticos del PRI, el PAN y el PRD. En primer lugar, porque el PRD ya no existe, y en segundo, porque tanto en el PAN como en el PRI hay voces que no están de acuerdo con repetir una alianza entre estos partidos políticos, pues la lectura, muy superficial, es que dicha unión les dejo peores resultados en la elección presidencial de este año. Aunque hay que decir que el derrumbe opositor se debió más a la pésima candidata presidencial que fue impulsada por la opinión publicada anti AMLO, más que por los ciudadanos sin partido, donde nunca obtuvo una real simpatía. De ahí que, en lugar de sumarle votos a la oposición, contribuyó a un retroceso más dramático.
Al ir PAN y PRI separados a las elecciones en Durango, las alcaldías podrían ser ganadas mayoritariamente por Morena; sobre todo porque en la ecuación de la lucha electoral actual, se da una competencia entre una maquinaria electoral partidista del gobierno federal, y la necesidad de buenos candidatos que requiere la oposición para enfrentar a la estrategia territorial de Morena, cuestión que, por ahora, se perfila complicado para la oposición.
En Veracruz la situación es aún más grave para la oposición, ya que el voto de Miguel Ángel Yunes, que le abrió la mayoría constitucional a Morena en el senado y que impulsó la actual reforma judicial, ha dejado lastimada la marca PAN; pero también a la marca PRI, ya que el ex candidato de la alianza opositora en esa entidad, fue el priísta, llamado José y de apellido Yunes, con lo que carga, sin querer, con los negativos de dicho apellido para vastos sectores de votantes opositores, que han quedado decepcionados, por lo que sienten una traición a su trabajo en las pasadas elecciones. Entonces la oposición en esta entidad jarocha, se encuentra cuesta arriba, sin nuevos líderes, nuevos rostros y nuevos apellidos.
No perdamos de vista que además la excandidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez ha puesto sobre la mesa la posibilidad de construir una nueva fuerza política: “Por supuesto que han planteado la posibilidad de hacer un partido político, pero yo creo que lo más importante es para qué, con qué fines, con quiénes, cuál es la ideología. Y ¿qué va a ser ese partido?, un partido de derecha, un partido de centro, un partido de izquierda, centro izquierda, creo que hay mucho que poner en la mesa antes de entrarle. Para repetir los mismos vicios que se han tenido pues ahí están los partidos que están”, señaló.
El problema es que la misma Xóchitl no logra identificar a que votantes les hablaría el nuevo partido político y muestra interrogantes que dibujan muy bien el laberinto en que están metidos los personajes de la oposición.
Visto así el panorama, para que la oposición no desaparezca, deberá hacer un esfuerzo para atraer a nuevos rostros de mujeres y hombres más ciudadanos y más libres. Ya que las burocracias partidistas suelen estar muy lejos de los deseos y aspiraciones de una franja electoral que son los ciudadanos sin partido, y que ahora se encuentran sin representación. Sólo basta leer los comentarios que hacen los ciudadanos cuando gente como Xóchilt Gálvez, Jorge Romero o Alejandro Moreno, publican sus comentarios en la red social X, antes Twitter, donde la gente expresa su rechazo, aún entre sus propias filas.
“Hay tres elementos esenciales para el liderazgo: humildad, claridad y coraje”.
– Yuan Fuchan
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