De acuerdo a nuestras investigaciones posteriores, la zultanita sólo se encuentra en el mar de Turquía a 4 mil metros de profundidad y es muy rara y difícil de conseguir.
Como anteriormente les conté, mi esposo y yo teníamos pendiente la boda religiosa en Monterrey, finalmente en este diciembre la pudimos llevar acabo, con muchos protocolos de higiene y aforo reducido. La otra cosa pendiente era nuestra luna de miel a Cancún, ya queríamos dar por cerrados todos estos planes que habíamos hecho y pagado como un año antes de la pandemia.
Al llegar compramos unos tours a la agencia de viajes Sol Ha –Dentro del hotel Royal Solaris–. Compramos Chichenitza, Xolbox e Isla Mujeres. Mi esposo, quien es sueco, estaba muy ilusionado y emocionado de conocer la cultura Maya, pues curiosamente su nombre, Matz, está relacionado al Dios Maya Kukulkán porque también es conocido como Gucumatz, ahí está su nombre en la terminación.
Sol Ha subcontrata a la agencia EKINOX Tours, primero fuimos a Chichenitza, donde te hacen mucho énfasis que no compres ningún souvenir dentro de Chichenitza porque son falsas, de acuerdo al guía de EKINOX Tours. Después nos llevaron a un cenote, donde nadamos, posteriormente nos llevaron a una comunidad Maya que se llama Chac-mol de Kaua, que se encuentra en la población de Kaua en Yucatán, donde nos enseñaron cómo hacer la cochinita pibil, ahí mismo pasamos a comer al restaurante buffet Manolos y finalmente te llevan a ver los talleres de los mayas donde están trabajando las artesanías dentro de esta misma comunidad, ahí justo ahí el guía comienza con una historia que en el 2019 dentro de los cenotes habían encontrado piedras zultanitas, esas famosas que cambian de color dependiendo el tipo de luz a la que se expone la piedra, la cual desconocíamos mi esposo y yo hasta ese momento.
De acuerdo a nuestras propias investigaciones posteriores, la zultanita sólo se encuentra en el mar de Turquía a 4 mil metros de profundidad, son muy raras y difíciles de conseguir pero como les menciono ni mi esposo y yo sabíamos y nos fascinamos con la muestra que te hacen y ves cómo cambian a diferentes colores, mi esposo decidió regalarme un anillo con una “zultanita” morada que cambia a verde, la cual costó carísima, 84 USD. Aquí una muestra.
La cosa es que te atrapa la labia de los mismos mayas que están vendiéndolas y el mismísimo guía, sí quizá fuimos muy ingenuos y no sospechar que algo estaba raro ahí.
Aquí les dejo la nota de compra donde escriben que es una zultanita lo que están vendiendo y si se fijan abajo del número de folio escriben: B= Ricardo, sí Ricardo es el nombre de nuestro guía, no lo notamos en ese momento hasta después que nos pusimos a investigar si nos habían visto la cara, que como hasta ahorita se imaginarán si nos la vieron pero dejen les sigo contando para que ustedes se pongan listos cuando vayan a este tipo de tours y no se dejen engañar, porque esto no acaba aquí.
Al día siguiente fuimos a un tour a Tulum, que por cierto ese fue gratis porque escuchamos una plática sobre comprar un tiempo compartido del Royal Solaris, que por favor no lo hagan son demasiado insistentes, carisímas sus membresias y no vale la pena. Pues nadie nos avisó que primero nos llevarían a una Joyería privada en Playa del Carmen, de esa sí les debo el nombre porque no tomé nota, estabamos tan molestos y frustrados y no solo nosotros si no los demás que iban en la misma situacion que nosotros. Total cuando entramos vimos que era joyería y mi esposo y yo nos salimos de inmediato porque ya habíamos comprado según nosotros la famosa “zultanita” con los mayas.
Estabamos en la sala de espera y de pronto veo que salen varias chicas con vendedoras y vendedores a la luz del sol y las chicas, nacionales y extranjeras, súper emocionadas que cambiabaa de color, mi esposo y yo nos miramos como…espera reconozco ese cuento de ayer. Por un lado de nosotros pasan de regreso una chica con su pareja y la vendedora y le pregunto – disculpa, eso que están revisando es una “zultanita” la vendedora responde -sí. En ese momento pensé, algo huele mal aquí.
La chica de recepción estaba por ahí, me le acerqué y le pregunté – por qué hay tantas “zultanitas” en todos lados en Yucatán y ahora en Quintana Roo, que no se supone que es una piedra difícil de conseguir, la cuestioné con mi acento norteño que mucha gente dice que parezco enojada, aunque no lo esté, un profesor de periodismo una vez me dijo que cuando yo entrevistaba intimidaba al entrevistdo, pues quizá eso mismo le pasó a la chica porque se puso muy pero muy nerviosa y me confesó – es que la traen de otros lados, en su mirada vi verguenza y se fue. Así que también les estaban vendiendo el cuentro de la “zultanita” maya pero ahora resulta que sí la traen de otros lados, pensar que la traen de Turquía es mucha ingenuidad porque saldría mucho más cara.
En el cuarto día fuimos a Isla Mujeres y los guías del tour nos dijeron que nos tenían que poner un brazalete en una tienda y, ¡qué creen! Sí también era una joyería, hay joyerías en los lugares turísticos de Quintana Roo y Yucatán como palmas en las calles. Ahí también se acercó un vendedor para contarlos la historia del “diamante maya”, yo ya bastante fastidiada en ese punto le respondí – sí, no me digas, la “zultanita” maya. El hombre se sorprendió de mi respuesta y se quedó mudo por un momento y me dijo – el diamante maya. Le reviré – sí, la que cambia de color, la “zultanita” que dicen los mayas encontraron en los cenotes. Quizá mi tono norteño en conjunto con mi decepción lo hizo parar y ofrecernos tequila en lugar, solo fui y probé pero no compré, a esas alturas capaz me estaban vendiendo alcohol etilico por varios miles, cuando dije un no rotundo a su insistencia el tipo con súper cara de molesto se volteó y se fue. Oigan o sea ahora es afuerza que hay que comprarles todo lo que ofrecen ¡súper pasados y pesados que están!
Al regresar a Monterrey, urgentemente fuimos con nuestro joyero de confianza y le pregunté si me podría decir qué piedra es la de mi anillo, la observó y me preguntó ¿cómo te la vendieron?, respondí – como zultanita. Muy serio me dijo – no, zultanita no es. Siguió revisando y me dijo – cambia de color, ¿verdad? le confirmé – sí de morado a verde. Siguió observando, finalmente nos dio la respuesta – es una amatista, tiene plata y rodio el anillo. Le dije -según los mayas era plata pura, el joyero respondió -no, es plata y rodio, existe un solo proveedor para todo México y es de Estados Unidos, él vende plata y rodio, no es plata pura, se lo digo porque yo le compro pero yo no engaño a la gente, se los digo que es plata y rodio. Si se la vendieron más de mil pesos sí fue un robo. ¡Caray! ¡Qué decepción! le dije, fueron 84 USD, pues sí los robaron dijo el joyero. Yo proseguí, -nuestra mayor preocupación es que fuera piedra sintética o vidrio, eso habría sido aún peor. El joyero respondió -no, sintética no es porque cambia de color, es una amatista.
Reporté todo esto a Sol Ha, según ellos lo harían con EKINOX y que a su vez ellos con los mayas, que por cierto el chico de Sol Ha me dijo que el guía Ricardo ya tenía varios reportes de quejas, y que iban a buscar la manera de recompensarnos, 2 semanas después seguimos esperando al menos una explicación, nadie nos contactó ¿A caso esta es una mafia?
Bueno pues ahora solo me queda compartirles la historia para que no compren nada en los tours porque después de esta experiencia, ya no les creo nada, por cierto el sueco, o sea mi esposo, quedó mega decepcionado de la cultura maya, tanta ilusión tenía de conocerlos y conocer de su cultura, que fue estafado para el recuerdo.
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