Le entrego a Cristo mi ser entero, que lo purifique a su voluntad. Amén
Los dones que tenemos son grandes y numerosos, son bienes con los que Dios nos creó, dicho esto deberíamos pedirle especial ayuda en:
La esperanza, la lealtad, la fidelidad, el amor y el uso de razón como dones/virtudes espirituales.
El arte, el lenguaje, la fuerza y la persistencia como dones/virtudes banales/físicas.
Cada uno se apoya con un lazo especifico de la siguiente manera.
De la esperanza emanan todas y estas se juntan del siguiente modo:
Espirituales Banales
Amor | Toda palabra/acción dicha por el bien del otro (Entiéndase “palabra” como parte del lenguaje y “acción” como parte del conjunto de las acciones del hombre tomándose como base el amor) | Lenguaje |
Lealtad | Entregarme al otro manteniendo mi lealtad (Tomando en cuenta que “entregarse” se refiere a la lealtad y “mantener” se refiere a la persistencia) | Persistencia |
Fidelidad | Toda obra ya sea escrita, pintada o cantada no ofenda a Jesucristo el Señor (“Obra” refiriéndose al arte y “no le ofenda” a la fidelidad) | Arte |
Uso de Razón | Toda acción en la que me imponga este combinada con el intelecto por el bien ajeno y propio (“Imponer” perteneciendo a la fuerza e “intelecto” perteneciendo al uso de razón) | Fuerza |
Más no son las únicas relaciones pues todas se conectan de la siguiente manera:
Del amor surge, en ámbitos espirituales, la lealtad y la fidelidad, se apoya por el uso de la razón y en ámbitos banales surge el arte. El arte requiere lenguaje y persistencia, la fuerza puede ser herramienta para el arte y apoya a la persistencia, la misma fuerza tiene parte en el uso de razón y el uso de razón y el lenguaje se requieren mutuamente, el lenguaje para transmitir y el uso de razón para que lo que se transmita tenga sentido.
Cada de estos eslabones son indispensables para la integridad humana por que por ejemplo:
Si el uso de razón no se basa en el amor no se podrá ejercer la lealtad ni la fidelidad, pues la fuente de los pensamientos, la cual es la inteligencia, ha perdido la esencia del sentimiento volviéndose egoísta y por lo tanto al ser egoísta es imposible ser leal y fiel pues ya no se puede amar.
Sin fuerza la persistencia flaquea de modo que es imposible concebir arte porque nos quedaríamos a la mitad de todo, al no tener el arte el lenguaje es burdo y soberbio, al ser soberbio se sobrepone ante Dios, lo que resulta en perder esencia del uso de la razón, perdiendo al unísono la esencia del amor.
La esperanza es el origen y motor de toda acción humana, dando la posibilidad de llevar a cabo cada una de ellas, más no es lo único que une a lo banal y lo espiritual, pero si es el punto más importante, dicho esto, del amor surge el arte siendo estas las cabezas de lo banal (arte) y lo espiritual (amor) y como eslabones que parecen extras está el lenguaje y el uso de razón necesitando mutuamente por lo antes mencionado.
Cuidado
La fuerza no solo es física sino también de voluntad, haciendo posible la superioridad y persistencia siendo la fuerza física nada más que un apoyo para el resto de las actividades, sin embargo, nuestra fuerza de voluntad puede verse dependiente de la fuerza física de cada uno si se entiende a la resistencia como parte de esta fuerza física, dándole prioridad a los aspectos banales no tanto por importancia general sino particular a la feria de voluntad.
Solo la esperanza, virtud cardinal principal, por medio de estas virtudes cardinales espirituales apoyadas por las virtudes cardinales banales pueden dar plenitud y paz del alma, mas bien conocido como “felicidad”.
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