La caravana migratoria ha dejado muchas sensaciones tanto en migrantes como en los mexicanos.
Es una situación difícil, miles de migrantes, miles de caras y cada cara un mundo.
Algunas caras nos muestran pobreza, desesperación, otras, manipulación y juego político. Mientras unas sonrisas nos hablan de agradecimiento, una mueca nos grita desprecio.
Por el otro lado, los que los recibimos tenemos caras de coraje y miedo. Coraje contra nuestros propios gobernantes porque ofrecen lo que no tenemos. Y, de pronto, nos sentimos muy preocupados por los tarahumaras y todos los pobres de México, hace unos meses ni los pelábamos. ¡Qué bueno que la Caravana nos despertó! Espero que todos los que se quejan de ella estén organizándose para apoyar a esos grupos tan vulnerables. Espero que hayamos despertado para exigirle a nuestro gobierno lo que por derecho nos corresponde: salud y seguridad.
La caravana ha generado miedo a lo desconocido, a perder la seguridad a que algo malo suceda, a que se acaben los recursos. Ante el miedo solo existen dos caminos: paralizarte; que no es otra cosa más que gritar y no hacer nada o enfrentar el problema y darle solución. Si estás gritando en las redes sociales, solo estás generando más problemas. Haz un alto, ve el problema a la cara, date cuenta de que son personas. (No son “la caravana”, son Danilo, Kevin, Matías, Linda, Suyapa) tanto en ese grupo, como en el de los tarahumaras, o los homeless en Estados Unidos, o en tu comunidad, hay gente buena y mala, agradecida y desagradecida. Si uno juzgara antes de ayudar, sería muy poco lo que se necesitara.
Hay que tener cuidado con estos sentimientos, los corajes raciales se han convertido en la historia en odio, separación y muerte. Nunca han generado prosperidad. El miedo, por su parte, causa segregación y hacen más ancha la brecha de las diferencias.
El hombre es un ser que ha podido y puede reponerse ante situaciones inhóspitas, vivimos en la tundra y en el desierto, hemos sobrevivido grandes desastres y existen innumerables historias de éxito ante la adversidad. En todos estos momentos han participado todos tipos de caras: buenas, amables, convenencieras, seguidoras, mentirosas…, lo que ha hecho posible el éxito, ha sido el amor de unos cuantos, que han logrado sacar valentía de las piedras, creatividad para enfrentar los problemas y ha conseguido la colaboración en la diversidad.
Que esta gran caravana de migrantes despierte al mundo para que vea y apoye a los países centroamericanos, que despierte a los mexicanos y a los americanos para ayudar a sus hermanos y a los suyos, que las exigencias sean tan fuertes que los gobiernos tengan el compromiso de hacer algo, que te despierte a ti y a mí para actuar.
¿Qué haces en favor de los pobres? ¿Sales a darte una vuelta para ver el mundo real? No se trata de donar para el redondeo o de comprar dos o tres boletos de rifas. Se trata de involucrarte en la vida real.
Se trata de ser como Nelson Mandela, como Gandhi, como Martín Luther King, personas que han cambiado el mundo, como la madre Teresa de Calcuta como Jesús. No me imagino a ninguno de ellos diciendo: la situación es muy difícil, llévenselos, no puedo hacer nada…bueno, si me acuerdo de uno…Pilato….
¿Cómo quien quieres ser tú?
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