Dejar de luchar, por culpa de la corrupción que hay en tu alrededor, es como cortarte el cuello porque hay barro afuera.” Nicola Iorga.
Considero que el tema de la corrupción es el tema que más espacios ocupa en la literatura internacional, así como en los medios de comunicación, en las campañas políticas y en las pláticas de café diarias. Es un tema que incluso ha ocupado el tema central de algunos de mis artículos.
Ya es tiempo de entender, la corrupción no es exclusiva de México ni de los países sub desarrollados, se ve en todo el mundo, pero eso no da lugar para que en México siga siendo el principal cáncer social, no es excusa para que en México de una vez por todas se tenga un proceso de educación desde la casa hasta la universidad o cualquier nivel educativo donde se hable de que para combatir la corrupción se debe tener amor propio y dignidad.
En México además del grave problema, y el aumento de la corrupción, tenemos el problema del cinismo, que es un sinónimo de descaro, doblez, falsedad e hipocresía, ese es el cáncer, es la causa real del incremento de la corrupción a todos niveles, no solo políticos, también muchos ciudadanos que ejercen la corrupción constantemente, porque no aprendemos a combatir lo malo.
Hoy volvemos a presenciar en México actos de cinismo acompañados a la corrupción galopante, cinismo y corrupción tapados y permitidos por los líderes de opinión, por algunos medios, aplaudidos por muchos ante líderes carismáticos mesiánicos que perdonan el error del pasado, con cierta complicidad de educadores y padres de familia al no combatir desde la niñez ese flagelo social. Cabe acá la frase de que el silencio no es oro, es un sobre.
En sus tiempos Horacio mencionaba “Si el vaso no está limpio lo que en él derrames se corromperá” Por eso en México es necesario ya limpiar el vaso, limpiar todo recipiente que vaya a recibir la vida y dignidad de nosotros los ciudadanos, es momento que a nivel gobierno y de la iniciativa privada se ponga un hasta acá. Pero sobre todo en el gobierno urge la participación ciudadana decidida para hacer el contrapeso necesario contra la corrupción y el cinismo. Todo gobierno que no esté controlado por la opinión pública y la ciudadanía acabará corrupto.
Lo que acabamos de vivir con la tragedia del Paso Exprés de Cuernavaca es un claro ejemplo de lo que sucede en muchas partes de México y sus vías de comunicación. Un socavón es un hoyo grande que se produce por el hundimiento del suelo generalmente por corrientes subterráneas. Y digan lo que digan cuando se construye una calle, un camino, una carretera o lo que sea, lo primero que se ve es el subsuelo, se hacen estudios, se deja el drenaje correcto y las salidas de agua necesarias, además de respetar los cauces normales de corrientes de agua, los ríos y arroyos tienen memoria milenaria de sus recorridos.
Cuando presenciamos socavones urbanos por el paso de los años puede ser aceptado, pero cuando presenciamos socavones en carreteras y sobre todo nuevas, no puede ser aceptado y menos perdonado, debe haber justicia y castigo, pero no como siempre que el hilo se rompe por lo más delgado, el castigo debe ser ejemplar. Nuestras carreteras de cuota son malas, peligrosas, con deficiencia en la ingeniería preventiva, deficiencias en el estudio geológico e hídrico y lo peor las seguimos pagando, sigue el abuso gubernamental de cobrar el peaje, eso a mi parecer es corrupción y cinismo. Vean el libramiento elevado de Puebla que a los 15 días de inaugurado ya tiene fallas, reparaciones, cierre de carriles y lo cobran como si fuera de oro, eso es corrupción y cinismo.
Cuando hay negligencia, incapacidad, incumplimiento de tiempo y montos de obra también hay corrupción y el cinismo es oír al secretario Ruiz Esparza decir que el dinero que quieren dar a las familias de las víctimas es por el mal rato, ¿Mal rato? ¿La pérdida de dos vidas es para un rato? Que cinismo.
Ahora vendrán peritajes, montajes teatrales y la respuesta será la misma tiene la culpa la naturaleza, hemos sido testigos de muchos socavones en Oaxaca, Puebla, Veracruz, Estado de México entre otros unos con pérdidas de vida humana y revisen no ha pasado nada, no se deslindan responsabilidades, se siguen dando contratos a los mismos porque otro problema en México que favorece el cinismo y la corrupción es la pérdida de memoria y el casi nulo seguimiento a los desastres.
Así que a ponerse las pilas y sumarse como mexicanos en un proceso de educación y amor propio para acabar con la corrupción, pero también a que la indignación nos lleve a actuar no solo en el momento agudo del percance, sino en todo momento hasta que se resuelva al 100% el problema. Por lo pronto exigir al Congreso de la Unión y Congresos Locales que hagan su labor de fiscalización y castiguen, además a esos Legisladores que a la voz de ya supriman en toda ley el cobro de peaje en las carreteras de México y no estoy loco, es una realidad de que se puede, y donde hayan sido concesionadas que bajen las cuotas y se paguen en tiempo adecuado y después ya gratis. Sobre este punto si hay debate lo vemos cuando gusten.
No solo en las urnas con el voto decidir contra los corruptos, en la vida diaria con acciones dignas combatir al corrupto y denunciarlo. Tengamos amor propio.
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