Queridos amigos y hermanos en Cristo:
Con enorme gratitud al Señor, celebramos el don de la vida (por mi cumpleaños, y el de Oscar Gómez); de la familia (por los diez años de casados de Oscar Gómez y su esposa, Rita); y del sacerdocio (por mis cinco años a cargo de la parroquia), este sábado 24, con una inolvidable fiesta en Sagrado Corazón de Jesús, de Cambaceres, Ensenada. Poco antes de las 18 bendije en la entrada del templo una imagen original de la Virgen de Guadalupe, que me obsequió en el Santuario del Tepeyac la Hna. Gorgina, Misionera del Catecismo.
A continuación celebramos la Santa Misa, en acción de gracias. Y, luego, tuvimos una charla del destacado jurista Rodolfo Barra, ex miembro de la Corte Suprema de Justicia y ex Ministro de Justicia de la Nación sobre La vida, el matrimonio y la familia: riquezas de la Iglesia y de la Patria. Su testimonio fue particularmente iluminador; ya que viene dando batalla, desde hace varios años, en la causa de la vida, ante la embestida satánica en favor del aborto, del NuevodesOrden Mundial. Él fue quien, en 1998, redactó el decreto que firmó el entonces presidente Menem, por el que se declaró al 25 de Marzo como Día del Niño por Nacer. Estos fueron algunos de los puntos de su exposición sobre el crimen del aborto, que ahora se busca legalizar en nuestro país:
· Si mezclamos dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno obtenemos agua, que es una realidad distinta que el hidrógeno y que el oxígeno, aunque los contenga.-
· Lo mismo ocurre con el inicio del ser humano. Está científicamente demostrado que desde que el espermatozoide penetra el óvulo se produce un ser distinto a ellos. Pero que, a diferencia del agua, no puede volver a ser separado para ser nuevamente un óvulo y un espermatozoide.
· Este nuevo ser se caracteriza por contar, en el núcleo central de sus células, un ácido proteico –el ADN- que constituye el principal material genético de los seres vivos. En el caso humano, el nuevo ser contiene en sus células un ADN específicamente humano, con tales características: a) lo diferencia de cualquier otro ser humano, b) lo acompañará toda su vida: tendrá el mismo ADN en el momento de la concepción o fecundación y a los 100 años de edad. Es un individuo, es decir un ser diferenciado de cualquier otro, único e irrepetible. Obviamente, es distinto que la madre, no es una célula de su cuerpo, ni mucho menos una cosa de su propiedad. La madre tiene “derecho” a su propio cuerpo, pero el por nacer es un otro que, por razones naturales-biológicas (sin duda es un fenómeno maravilloso, que lleva a la mujer a la dignidad más alta) está (muy feliz) dentro del cuerpo de su madre.
· Por eso el aborto ha sido siempre considerado un atentado contra la vida humana, como lo califica nuestra ley. Hoy, en muchas naciones, el aborto se encuentra permitido, con mayores o menores restricciones. Es otro ejemplo de ley injusta
· La legislación abortista no obliga a abortar, pero permite hacerlo. Tiene, desde esta perspectiva y sin perjuicio del drama personal de la mujer que aborta, y que merece toda la compasión y ayuda, como si la ley permitiese el homicidio. La vida es el único bien que, una vez quitado, no tiene reparación. La despenalización del aborto supone el desprecio de la vida humana por parte del legislador.
· En nuestro país, la ley de despenalización choca con la expresa prohibición constitucional. Dice el art. 4.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida (antes, en el art. 2 había declarado que “persona es todo ser humano”). Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. La Convención sobre los derechos del Niño establece que es niño “todo ser humano menor de dieciocho años”, mientras que la ley argentina que la declaró vigente para nuestro país especificó que “se entiende por niño a todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad”
Finalmente, compartimos el ágape comunitario; del que participaron queridos hijos de nuestras parroquias, hermanos sacerdotes, y feligreses venidos de otras comunidades y misiones… Para los niños, presente del futuro de la Iglesia y de la Patria, los preferidos del Señor (Mt 19, 14), hubo como siempre obsequios de juguetes; luego de responder, claro está, a preguntas de catequesis. ¡Estamos muy felices!. Siguiendo los lineamientos de nuestro Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, nuestra prioridad son los matrimonios y sus hijos. Por eso, estamos llevando adelante el plan MaMi (Matrimonios y Misión); que busca promover una adecuada preparación para el sacramento, y la formación permanente de los esposos. Es ahí donde nacen y se desarrollan todas las vocaciones en la Iglesia. Trabajar por las familias numerosas es imprescindible para recristianizar nuestra paganizada Argentina. Para ello debemos pedirle al Señor sabiduría y coraje; y dar el “buen combate” (2 Tm 4, 7) en pro del Evangelio de la Vida. Y no en pro de quienes hoy buscan hacer, con las leyes y los parlamentos, lo que los nazis y los comunistas hacían a escondidas, en los campos de concentración… Los Herodes y los Poncio Pilatos -que buscan absurdamente lavarse las manos- se multiplican en Argentina. ¡A ganar la batalla con más fe, más familia y más hijos…!
¡Gracias, muchísimas gracias, a todos, por sus correos, mensajes y saludos por distintos medios!. Como me resulta imposible responderles, uno por uno, sepan que los encomendé en el Santo Sacrificio… ¡Fuerza, mucha fuerza!. ¡Son tiempos duros, y se vienen tiempos peores!. Sabemos, de cualquier modo, que nos espera lo mejor… ¡Ya llega la Recompensa!. Un fuerte abrazo en el Señor de la Vida en abundancia (Jn 10, 10). Y, con profundo gozo, los bendigo en Cristo Rey…
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