Corría el año de 1981 en sus primeros meses. Las noticias versaban sobre la toma de posesión de Ronald Reagan como el 40° Presidente de los Estados Unidos de América, quien había prometido invadir Irán si los 53 rehenes de la embajada de Estados Unidos no eran liberados al momento de juramentar el cargo, pues se cumplían 444 días de cautiverio.
A finales de febrero y principios de marzo de 1981, Ronald Reagan puso manos a la obra para cumplir de inmediato otra promesa que había hecho en campaña, sobre repatriar inmigrantes ilegales que ocupaban los puestos de trabajo de los estadounidenses y el foco inicial fue el servicio de limpia de la ciudad de Nueva York, pues existían alrededor de 17,000 ilegales dentro del organismo que mantiene limpias las calles de la ciudad porteña estadounidense.
El gobierno estadounidense lanzó la campaña para que los ciudadanos americanos y migrantes legales interesados en un empleo formal, ocuparan esas 17,000 plazas de limpia. Naturalmente que el servicio de limpia no quedó interrumpido en la ciudad, pero los ilegales sabían que al momento en que un ciudadano estadounidense reclamara su plaza, se la darían a ése y el ilegal sería deportado.
Lo que a continuación pasó fue algo que los “Yuppies” de la Casa Blanca de Reagan no les entró en esa su cabeza que descansa en un lujoso escritorio y cena en restaurantes exóticos y caros: Después de 15 días de haber lanzado la campaña masiva de empleo, sólo se habían presentado 3 solicitudes. El final de la historia no fue informada al público; pero sabiendo que New York City permaneció limpia, es más, los visitantes frecuentes de esa ciudad pudieron apreciar una más eficiente limpieza, sólo nos queda sospechar que los 17,000 ilegales que Ronald Reagan quiso sacar, obtuvieron su “Green Card” y todos felices.
Por otro lado, tenemos al Presidente Obama que, dándonos veneno a cucharaditas, habrá deportado a 3 millones de ilegales en sus 8 años de gobierno (estimación de la LXIII Legislatura del Legislativo mexicano en su boletín N° 5499 de abril del 2015); y como es en dosis pequeñas, las consecuencias se ven de a poquito pero constantes, por ejemplo: Los viajeros frecuentes a Texas han notado que poco a poco se ha ido incrementando la suciedad en áreas públicas, gracias a Obama.
El problema que tienen los políticos estadounidenses es que no están recaudando suficientes impuestos para financiar su desarrollo, y tenemos empresas como las de Trump que con grandes ganancias no pagan impuestos (legalmente pero no pagan).
Se les presenta ahora a los estadounidenses la paradoja en la que las enormes Fuerzas Armadas estadounidenses, muy bien adiestradas, excelentemente equipadas y muy bien pagadas, sirvan para defender los intereses en todo el mundo de las grandes empresas estadounidenses y transnacionales “QUE NO PAGAN IMPUESTOS”; y ahora el Sr. Trump va a ser comandante en jefe de estas Fuerzas, sin haber contribuido a su sostenimiento con una parte de sus grandes ganancias.
El nuevo Presidente y el renovado Poder Legislativo de la Unión Americana deberán velar por que esas grandes empresas contribuyan con la Patria y no acepten deducibles idiotas como las donaciones a “Planned Parenthood” soportada por los dueños de MICROSOF, STARBUCKS, COCA-COLA, etc., que financian clínicas de abortos en ¡¡Latinoamérica!! y en Estados Unidos por supuesto.
Según ACI Prensa, el voto cristiano (católico y protestante) fue decisivo en la victoria electoral de Donald Trump, ya que prometió ir contra el aborto legal, matrimonios homosexuales y otros conceptos relacionados. Sin embargo, la legislación del aborto en Estados Unidos es a nivel estatal y no federal. Pues bien, el Sr. Trump sólo tiene que quitar de la lista de deducibles las aportaciones a estas fundaciones y clínicas.
Dice un proverbio mexicano: “Prefiero un colorado a 100 descoloridos”. Si el Sr. Trump quiere iniciar cuanto antes las deportaciones de mexicanos, pues que lo haga pronto y masivamente. Ya sabemos en México que este año nos va ir muy mal, pero preferimos que sea rápido el trago amargo, y así, al final de 2017, cuando en Estados Unidos las cosechas de frutas y hortalizas se les pudran en la tierra porque no hay mexicanos que las recojan, el servicio doméstico sea impagable, los restaurantes de postín en Manhattan sirvan en platos desechables por falta de personal que los lave, cuando se paren las construcciones por falta de albañiles que trabajen, cuando la suciedad sea común en sus plazas públicas, cuando no haya quien quiera recoger la basura de hospitales, etc., entonces hablamos de una reforma migratoria Sr. Trump.
En otro orden de ideas, y a raíz del ridículo hecho por Obama, los líderes del Congreso de Estados Unidos deben asegurarse que los fondos aprobados por ellos sean debidamente utilizados y no dependan de las degeneraciones de la familia del inquilino en turno de la Casa Blanca, ya que al parecer a las hijas del Sr. Obama les agrada lucir sus pantaletas, ser observadas mientras se acomodan sensualmente su brasier y observar la erección del pene de sus compañeritos de escuela mientras las miran. Es la única razón lógica que veo para que el Sr. Obama haya condicionado la ayuda federal a primarias y secundarias estadounidenses para que tengan en las escuelas baños mixtos. El congreso no aprobó esa condición ¿o si?
Para finalizar quiero decirle al Sr. Trump que Estados Unidos fue grandioso cuando millones de braceros mexicanos trabajaban en él y los FORD, los CARNEGIE, los JP MORGAN, los ROCKEFELLER, los CHRYSLER, etc., pagaban impuestos. MAKE AMERICA GREAT AGAIN: los mexicanos ya están allá, sólo falta que los grandes (como usted) paguen impuestos.
PD ¿Cuándo empieza el muro contra Canadá?
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