En México tenemos grandes deudas en relación la política pública encaminada a empoderar a la familia y a sus integrantes.
Ya en anteriores ocasiones he tenido la oportunidad de escribir sobre el tema de familia, vida, participación ciudadana y otras materias afines. Hoy nuevamente estamos en el momento preciso para retomar el debido camino en favor de la institución familiar y todo lo que la rodea.
En México tenemos grandes deudas en relación la política pública encaminada a empoderar a la familia y a sus integrantes, claro que no entraré en este momento en un proceso de definición actual de familia, simplemente tomaré el tema de familia como una agrupación de seres humanos que tienen relación de parentesco y conviven trabajando por un mismo fin, el desarrollo personal de cada uno de ellos y su bienestar.
En el año 2005 el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia se dio a la tarea de trabajar con investigadores y sociólogos para tener un diagnóstico de la situación de la familia en México. Dicho trabajo lo retomé en 2010 cuando formé parte del equipo de trabajo del SNDIF para actualizar el diagnóstico, pero sobre todo para tener las bases reales de la situación que presentaba la familia en México y desarrollar una política pública familiar incluyente.
Por diversos motivos no se concluyó el trabajo, entre otros salí del SNDIF en 2011, pero sí logramos subir el tema a la opinión pública y este trabajo propició el que se retomara el tema desarrollando Congresos de Familia. En el libro de Tramas Familiares que coordinó Cecilia Rabell de la UNAM y que fue el resultado de ese trabajo encomendado, se menciona en uno de sus párrafos: “El interés por estos temas se deriva del discurso actual en los países europeos, que sostiene que hay un creciente individualismo acompañado por el debilitamiento de la familia tradicional” Y en Europa y otras naciones se pusieron las pilas y elevaron el tema de familia a rango de Ministerio (Secretaría de Estado) acá aún no hacemos nada.
Claro que una función de la Secretaría de Gobernación es presentar las iniciativas de ley del Ejecutivo, pero la clave de las funciones de dicha dependencia es regir y coordinar la política interior de México, coordinar acciones del gabinete, coordinar acciones con los otros poderes, coordinar acciones con los órdenes de gobierno local, responsable de la política de población, de migración, de relaciones con los cultos religiosos y de esos temas no toca nada.
Y en la Secretaría de Gobernación existen dos temas muy importantes y sensibles y no se ha dicho nada al respecto de forma clara el relativo al federalismo y fortalecimiento municipal, al contrario está acabando con este tema AMLO y el de migración, éste afecta directamente a la familia. El INAFED y el INM son organismos que dependen de Gobernación y no tenemos una propuesta clara de su trabajo, solo ataques a la autonomía local y programas sin precisar de acciones que pararan la migración.
Se le olvida a Olga Sánchez que tocando estos temas y desarrollando políticas públicas congruentes fortalece a la familia y fortalece a México. Pero no ella trae su agenda de cambios en la familia, “quitar la visión patriarcal de la familia” atentar contra la vida con legalizar el aborto, legalizar drogas que generarán más problemas de salud y rompimiento familiar. ¿Por qué Olga no revisa y mejora el programa Nueva Vida? Si no lo conoce se lo paso o que busque a Margarita Zavala. ¿Por qué Olga no fortalece el programa que se usó en 2006-2012 que bajó la migración? ¿Por qué Olga no protesta contra los Coordinadores Estatales de Desarrollo en lugar de defender los salarios de jueces y magistrados?
No he visto que Olga con su equipo y siguiendo la línea de su jefe AMLO esté promoviendo una consulta para ver la opinión de las iglesias, que son parte de su función, y con la ciudadanía en el tema de la vida y la salud. Fácil porque sabe la respuesta y sabe que perderá y tendrá que echar atrás su política liberal. Ellos van a consulta pública con temas que saben ganarán por el apoyo ciego y obnubilado de la gente, muestra clara de lo anterior es el nuevo aeropuerto de la Cd. De México. No somos tontos si los electores de AMLO durante meses lo oyeron que lo suspendería porque había corrupción y no servía a la hora de la consulta votarán en contra de seguirlo.
Es el momento de exigir que la política pública que se quiera imponer en México que afecte para bien o para mal a la familia y por ende al ciudadano debe ser motivo de debate y decisión democrática. No aceptemos que se atente contra la familia, al contrario debemos exigir que se empodere y se trabaje con las familias para alcanzar su plenitud humana.
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com