Con el Rector Enrique Graue, con la Universidad Nacional Autónoma de México, que él encabeza. Como profesor de la Facultad de Derecho expreso mi total solidaridad con ellos en este momento difícil que han desatado el narcomenudeo y la violencia en nuestra Universidad.
La fuerza de la UNAM es su valor moral reconocido universalmente, pero no tiene pelotones de fuerza ni armas para hacer frente a la delincuencia. Esto lo saben muy bien las autoridades federales y las de la Ciudad de México. Por eso el Rector está poniendo todos los recursos que dispone la Universidad para proteger a la comunidad universitaria. Con esto el Rector Enrique Graue cumple su deber y estamos en torno de él, brazo con brazo, la comunidad universitaria, profesores, investigadores, estudiantes, y personal administrativo.
En la paz, en la tranquilidad, está visto que la UNAM cumple sus tareas de investigar, enseñar y difundir la cultura. Con violencia no se detiene el avance de la Universidad, pero sí se entorpece. Esta violencia, está vista, es ajena a la comunidad universitaria, dedicada a sus tareas académicas.
Hace unos días, una profesora universitaria fue brutal y arteramente baleada en las inmediaciones de un campus universitario en el Estado de México. Luego, individuos ajenos a la UNAM, presumiblemente narcomenudistas, escenificaron una riña y uno de ellos disparó contra dos sujetos, causándoles la muerte.
El doctor Enrique Graue manifestó que haber ignorado la inseguridad y el narcomenudeo no era una opción en una comunidad como la nuestra; solicitar su desalojo por las fuerzas policiales representa un riesgo de violencia armada en donde pueden salir lesionados inocentes y no por ello se podría garantizar la ausencia permanente de los narcomenudistas.
Advierte el Rector de la UNAM que en los días y semanas por venir, escucharemos voces, internas y externas, que clamarán por otras alternativas más agresivas, algunas que quisieran vernos armados o militarizados; y no pocas voces aprovecharán los momentos políticos electorales que vivimos en nuestra nación para intentar desestabilizarnos.
La fuerza de la UNAM está en el saber, en la libertad, en la autoridad moral, en la autonomía y en el respeto a la normatividad universitaria, sostiene el Rector Enrique Graue.
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