No es buen día para España. ¿Por eso están los mercados tan contentos?
El sistema político español -como todos los europeos- es parlamentario. Es el Congreso el que elige al presidente.
No se elige directamente como en México y el resto de países americanos. Por lo mismo, es el parlamento quien puede echar al presidente antes de que acabe la legislatura mediante un procedimiento reglado llamado ‘moción de censura’. Si el que la propone obtiene un apoyo del 50%+1 de la cámara, el presidente debe de irse a su casa y el proponiente asume la presidencia.
Es lo que ha pasado en España. ¿Por qué? Todo se precipita hace unos días tras conocerse la sentencia sobre el ‘caso Gürtel’, un caso de corrupción ligado al PP. La sentencia concluye que el PP se benefició a título lucrativo.
Además, el tribunal concluye que el testimonio de Mariano Rajoy no resultó creíble. Fue la gota que colmó el vaso.
A pesar de dicha sentencia, Rajoy logra aprobar los presupuestos con el apoyo de ciudadanos (partido nuevo de corte liberal socialdemócrata) y los nacionalistas vascos a cambio de prebendas regionales. Sin embargo, una semana después -¡¡una semana después!!- los mismos nacionalistas vascos apoyan la moción de censura para echar al presidente.
Además que rechazo la investidura de Sánchez en el 2016 provocando la repetición de las elecciones, se suma ahora a la moción sin exigir prácticamente nada. Los nacionalistas catalanes -en sus marcas PPdCat y ERC- también apoyan observando en Sánchez una alternativa al bloqueo político que mantiene a sus líderes en prisión o prófugos de la justicia. Y a la ‘fiesta’ se suma Bildu (partido proetarra) y canarios (probablemente a cambio de nuevas prebendas regionales). La tormenta perfecta. ¡Voliá el Frankestein!
Así que ahora Sánchez deberá de gobernar España con quien odia a España. Paradojas de un sistema de 1978 que privilegia electoralmente a los nacionalistas provocando ‘caballos de Troya’ que disuelven la Nación.
Lo más llamativo es que este revolcón institucional no ha pasado factura en los mercados. Al contrario, la bolsa ha subido y la prima de riesgo ha bajado. Los mercados aplauden una moción de censura que nos conduce a una enorme incertidumbre política. ¿Por qué los mercados parecen haber dictado la sentencia de muerte -política- del presidente Rajoy? En primer lugar, porque Sánchez se ha comprometido a aplicar los presupuestos de Rajoy, esos que él mismo denostaba hace una semana. ¡Spain is different’. Bruselas, tranquila.
Y en segundo lugar, porque probablemente han visto en Sánchez alguien con más empuje y cintura para afrontar el ‘problema catalán’. La actitud de Sánchez es una incógnita porque aunque ha dicho que “tenderá puentes”, nadie sabe lo que significa. Sobre todo cuando el asunto está judicializado. Probablemente habrá guiños públicos y se protegerá en el burladero de la Justicia igual que hizo Rajoy.
Otra cuestión es la agenda moral. La Ley de Eutanasia presentada por los comunistas de Podemos probablemente desencalle. Y lo mismo con las leyes de censura LGTB que pretenden los representantes del nuevo comunismo de la bragueta. La política de verdad la marcarán los mercados. Y la política de bragueta la marcarán los ‘Coletas’. Sánchez ejecutará haciendo malabarismos en el aire.
Cuando creas haber tocado hueso, todavía se puede profundizar. Llega el ‘Frente Popular’ de tan infausto recuerdo. No es buen día para España. ¿Por eso están los mercados tan contentos?
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