Con el lema: “La vida no ofrece ninguna garantía, pero el aborto no deja ninguna oportunidad”, miles de franceses manifestaron su opción por la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Solo dos días después de la multitudinaria manifestación realizada en Washington, más de 50 000 personas participaron de la Marcha por la Vida en París, en la que se pudo ver algunas banderas celestes y de Argentina, donde nació la “Ola celeste” a favor de la vida y que llegó ahora a Francia.
Según medios locales, y como ocurrió en Washington, la mayoría de participantes de la Marcha por la Vida en París eran jóvenes que se manifestaron en defensa de los no nacidos y de la objeción de conciencia de los médicos.
“La vida no ofrece ninguna garantía, pero el aborto no deja ninguna oportunidad”, era el lema que se podía leer en la banderola que iba al frente de la multitud que denunciaba esta práctica que cada año cobra la vida de unos 220 000 niños en Francia.
Los organizadores de la marcha, en su decimotercera edición, señalan que esta se realizó “ahora que se revisa la ley de bioética, cuando hay una crisis social y de convergencia de malestar (como la de los chalecos amarillos). Somos los grandes excluidos del debate nacional, de los asuntos bioéticos y sociales”.
La ley de bioética es la que regula el aborto en Francia, el diagnóstico prenatal, la fertilización in vitro y la investigación con embriones.
Entre los asistentes a la marcha también estuvo el senador argentino Mario Fiad, quien publicó en su cuenta de Twitter una foto con Jean Marie Le Mené, presidente de la Fundación Jérôme Lejeune.
Fiad recordó que “la Fundación Jérôme Lejeune, lleva el nombre de quien descubrió las alteraciones genéticas que originan el síndrome de Down y se dedica a la investigación para garantizar sus derechos, comenzando por el derecho a la vida”.
En la marcha, informa AFP, también participó la madre de Vincent Lambert, Viviane, quien mantiene una batalla legal para tratar de impedir que se aplique la eutanasia a su hijo quien quedó tetrapléjico en 2008 después de un accidente de tránsito.
Los médicos y quienes promueven quitarle el tratamiento que lo mantiene con vida alegan que el hombre de 41 años permanece en estado vegetativo. Sin embargo, sus padres señalan que está discapacitado y desde hace años llevan adelante una batalla legal para defenderlo.
Viviane dijo estar “muy impresionada” por ver la cantidad de gente que salió a defender la vida. “Nosotros comenzamos a ser incluidos en esta historia, y Vincent ha resistido y nosotros resistiremos con él hasta el final”, afirmó.
Con información de Aci Prensa y Walter Sánchez
Te puede interesar: 46 Marcha por la Vida en Washington, EU