La Marcha por la Vida no sólo se realiza en EU, también en otros países como Francia. El lema de la marcha de este año es “la objeción de consciencia en la profesión médica”.
Miles de personas recorrieron el pasado viernes18 de enero las calles de Washington, Estados Unidos, en la 46 Marcha por la Vida, con el objetivo de dar voz a los bebés que están por nacer o los que han sido abortados. Dicha marcha se lleva a cabo año tras año, cercana a la fecha en la que el aborto se legalizó debido al fallo de Roe vs Wade en 1973.
Entre varias de las personalidades destacadas que participaron en esta treceava edición de la marcha, se encontraba el vicepresidente de EU, Mike Pence, quien acompañado de su esposa Karen, aseguró que nacidos o no todos han recibido el “derecho inalienable de la vida”. Además fue portador de un videomensaje de apoyo que envió el presidente Donald Trump reconociendo el valor de la dignidad humana y la defensa el derecho de la vida.
Pence afirmó que el fallo de Roe vs Wade “le dio la espalda al derecho de la vida”, pero de igual manera hizo que naciera un movimiento colectivo, que vive del amor y la compasión, y que sin duda “ha ido ganando mentes y corazones día con día”.
Finalmente, el vicepresidente reconoció la labor de los hombres y mujeres que defienden la vida, y les advirtió que otros intentarán “atacar y cuestionar sus corazones para silenciarlos”, pero que depende de ellos escuchar la verdad y seguir con su labor.
Entre las personalidades destacadas que acudieron a respaldar este movimiento se encontraban; Chris Smith, Steve Daines y Dan Lipinski (representantes republicanos); Carl Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón, la organización laica más grande del mundo y la doctora Alveda King, sobrina de Martin Luther King y miembro del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
Antes de iniciar la marcha, por la mañana, el nuncio apostólico de Estados Unidos, Monseñor Christophe Pierre aseguró durante la celebración eucarística que los jóvenes están haciendo “una sólida contribución a la renovación de la sociedad estadounidense” y finalizó afirmando que “ninguna autoridad tiene el derecho de desafiar la ley de Dios”.
Caso Roe vs Wader
En la década de los 70 este caso se desarrolló en Texas, Estados Unidos, se centró en Norma McCorvey quien en ese entonces tenía 23 años y era una madre soltera.
McCorvey con el seudónimo de “Jane Roe”, embarazada de su tercer hijo, aseguraba haber sido violada y presentó su caso en 1970, exigiendo el derecho de poder efectuar un aborto. En esta época Henry Wade era el fiscal general en Texas y defendía fuertemente la ley que evitaba que el aborto se efectuara, por lo que el caso de McCorvey fue rechazado y Norma tuvo que dar a luz a su tercer hijo.
Pero en 1973 la apelación de este caso llegó a la Corte Suprema de Estados Unidos, en donde siete votos a favor, arriba de 2 en contra fueron los que determinaron que el aborto en Estados Unidos se volviera un hecho.
Años más tarde, Norma McCorvey reveló que nunca fue violada y que únicamente dijo esto para que se le permitiera abortar y darle velocidad a la petición.