Con el asesinato del padre Richmond Nilo, en Filipinas, quien se aprestaban para celebrar la misa, la cifra de sacerdotes asesinados ha llegado a 18 alrededor del mundo en 2018.
El padre Nilo, quien desarrolló su ministerio en la ciudad de Zaragoza, perteneciente a la provincia de Nueva Ecija, fue agredido a tiros desde una ventana mientras se encontraba cerca del altar de la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves, en el barrio Mayamot. El sacerdote recibió cuatro impactos de bala, atacado por dos sujetos que se dieron a la fuga.
El presidente de la Conferencia Episcopal Filipina, Romulo Valles, definió el atentado como “un acto atrozmente malvado”. Por su parte, Sofrino Bancud el obispo de Cabanatuan, la diócesis del sacerdote fallecido, calificó el deceso como una “irreparable pérdida” para la Iglesia particular.
Sofrino, también denunció aumento de la violencia en el país, y particularmente contra ministros consagrados y sentenció que “matar a un sacerdote, por cualquier motivo, no sólo es anticristiano e inhumano sino antifilipino”.
También en Filipinas, en el mes de abril fue asesinado otro sacerdote, Mark Ventura, tras la celebración de la en un gimnasio en Cagayan.
El presbítero era conocido por su activismo contra la explotación de las empresas mineras. Como ellos también fue masacrado, a finales de diciembre de 2017, el sacerdote Marcelito Paez, quien ejercía su ministerio en la provincia de Nueva Ecija. Tenía 72 años y estaba jubilado.
Aunque el resultado no fue fatal, el padre Rey Urmaneta fue herido por varios disparos de arma de fuego en San Miguel Calama. Antes había sido capellán de la policía.
El Padre Nilo, contaba con 17 años como sacerdote, y tenía 47 de edad, era el Párroco de San Vicente Ferrer y ecónomo de la Diócesis, también colaboraba con la Pastoral de las personas sordomudas.
Cabe mencionar que el año pasado, Filipinas tuvo que lidiar con la insurrección del grupo radical Maute, que juró fidelidad al Estado Islámico y atentó contra la Catedral de Santa María en la ciudad de Marawi, y secuestró a un grupo de fieles y al sacerdote Teresito Suganob.
Los terroristas lograron hacerse del control de una parte de la ciudad e incluso hubo civiles atrapadso en el fuego cruzado entre las posiciones del Ejército y los terroristas. Meses después las fuerzas armadas los derrotaron completamente; poco antes los rebeldes habían liberado al sacerdote.
El 2018 ha sido particularmente difícil en cuanto a las agresiones a sacerdotes a nivel mundial, ya que en menos de seis meses casi se alcanza la cifra total de asesinatos de los años 2010 y 2013, que fueron de 19 y 20; por lo que se teme que pudiera llegar al nivel de 2009, que registró 30 decesos violentos. Los países con cifras más altas en 2018 son Nigeria que tiene 6 asesinatos y México, con 5.
Con información de Alfa y Omega.