Damasco, 14 Mar (Notimex).- Con casi medio millón de muertos y más de 12 millones de desplazados y refugiados, la guerra en Siria cumple seis años sin que se vislumbre la paz, a pesar de los esfuerzos por llevar a los protagonistas del conflicto a la mesa de negociaciones.
La paz en Siria no parece estar próxima aunque en las últimas semanas se han desarrollado conversaciones en Astana, capital de Kazajistán, promovidas por Rusia, Irán y Turquía, así como en Ginebra, Suiza, bajo auspicios de las Naciones Unidas.
El objetivo es lograr que el gobierno y la oposición pacten una transición política, pero hasta ahora no hay resultados debido a las demandas u obstáculos de una u otra parte durante los encuentros.
Muestra de ello es este martes en Astana, donde la tercera ronda de negociaciones sobre la paz comenzó sin la participación de la oposición armada, que rechazó viajar a la capital kazaja tras acusar a Rusia y a Siria de incumplir el cese al fuego en vigor desde diciembre pasado.
La reunión podría ser prorrogada más allá de mañana miércoles a la espera de que se incorpore la oposición, dado que los jefes de los grupos armados sirios prevén reunirse este martes en Ankara para decidir si acuden finalmente a Astana.
En los días de conversaciones, los participantes deberán discutir el mapa con la localización de los grupos terroristas del Estado Islámico (EI) y el ex Frente Al Nusra, la formación de una comisión para reformar la Constitución y la creación de un grupo de trabajo para tratar el tema del canje de prisioneros.
Para Rusia, la prioridad es situar sobre el mapa las posiciones de las bandas yihadistas, excluidas de la tregua, por lo que espera que Turquía ofrezca datos exactos sobre las posiciones de los grupos que apoya a fin de separarles de los yihadistas y evitar que sean bombardeados por las aviaciones rusa y siria.
Astana ya ha acogido este año dos rondas de conversaciones, sin que las partes enfrentadas logren un acuerdo que allane el camino para poner fin al conflicto, al igual que las cuatro rondas de negociaciones en Ginebra.
Pese a los esfuerzos de paz, la guerra en Siria se ha ido complicando con el paso de los años ante la intervención de distintos actores regionales y de las grandes potencias en apoyo de alguna de las partes, además ante la presencia y consolidación en el país de grupos terroristas, como el EI y el antiguo Frente al Nusra.
El conflicto sirio inició el 15 de marzo de 2011, en el contexto de la primavera árabe, con una protesta a favor de la democracia y en contra de 40 años en el poder de la familia Al Assad, hasta convertirse en una guerra civil.
Según un balance ofrecido la víspera por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 321 mil 358 personas han muerto, de ellos más de 96 mil civiles (17 mil 411 niños y 10 mil 847 mujeres), además más de 145 mil están desaparecidas desde que comenzó la guerra.
Asimismo, más de dos millones de personas han resultado heridas y más de 12 millones de los 23 millones de habitantes que vivían en Siria antes del conflicto se vieron obligados a desplazarse dentro del país o a huir a países vecinos.
Turquía se convirtió en el principal sitio de acogida de refugiados con 2.9 millones de sirios, mientras en Líbano hay entre un millón y millón y medio, en Jordania entre 630 mil y 1.4 millones, en Irak 225 mil y en Egipto 137 mil sirios, según cifras del ACNUR.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha advertido que 4.7 millones de civiles se encuentran en zonas de difícil acceso y en ciudades sitiadas.
Alrededor de 13.5 millones de personas necesitan actualmente asistencia humanitaria y protección dentro del país, de los que 5.8 millones son niños.
Se estima que los seis años de guerra han provocado pérdidas económicas por 254 mil millones de dólares, ante la pérdida de infraestructuras, la falta de fuentes de ingreso, la perturbación de los mercados financieros y la depreciación de la moneda.
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