Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia se comprometieron a que cada uno mantendrá y reforzará aún más sus medidas nacionales para prevenir el uso no autorizado o no intencionado de armas nucleares.
Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de una declaración conjunta, se comprometieron a evitar la proliferación de armas nucleares, lo que fue bien acogido a nivel mundial con beneplácito pero también con la exigencia de que se pase de las palabras a los hechos.
El martes 4 de enero estaba programado el comienzo de una reunión en la sede de la ONU en Nueva York para revisar el Tratado de No Proliferación (TNP), pero ante el aumento de número de casos de COVID-19 se pospuso para agosto y por ello los cinco países hicieron el pronunciamiento para no dejar en vilo el tema.
En el pronunciamiento los cinco países firmantes destacaron que “no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca debe librarse” y señalaron que mientras las armas nucleares existan, estas “deben utilizarse con fines defensivos, de disuasión y de prevención de la guerra”.
Los cinco países hicieron el compromiso de que “cada uno mantendrá y reforzará aún más sus medidas nacionales para prevenir el uso no autorizado o no intencionado de armas nucleares”.
En respuesta a esta declaración, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, agradeció a estas naciones el reconocimiento de la necesidad de cumplir con los acuerdos y compromisos bilaterales y multilaterales de no proliferación, desarme y control de armamentos.
Reiteró que “la única forma de eliminar todos los riesgos nucleares es eliminando todas las armas nucleares”, al mismo tiempo refrendó su voluntad de trabajar con todos los Estados miembros para lograr este objetivo “a la brevedad posible”.
Por otra parte, Fabrizio Simoncelli, vicepresidente de Archivio Disarmo, asociación de promoción social sin fines de lucro, en una entrevista concedida a Radio Vaticano indicó que la declaración conjunta es un paso importante, que puede ofrecer esperanza si va seguido de hechos concretos.
Señaló que la comunidad internacional busca nuevos acuerdos frente al Tratado de No Proliferación, que lleva más de 50 años en vigor y que hasta la fecha no ha dado grandes resultados, aunque reconoció que sí ha habido avances como la considerable reducción de ojivas nucleares que han pasado de 70 mil a 13 mil, la mayoría de ellas estadounidenses y rusas.
Sin embargo, consideró que sigue existiendo el riesgo de que el arsenal nuclear que existe actualmente sea capaz de destruir nuestro planeta varias veces.
Simoncelli indicó que probablemente la declaración conjunta es el efecto del mensaje del papa Francisco del 1 de enero en el contexto de la Jornada Mundial de la Paz y en el que Pontífice instó una vez más a la comunidad internacional a comprometerse en este sentido y ha dicho que el problema de la paz está estrechamente relacionado con el desarme y la proliferación de armas.
Finalmente, Simoncelli reiteró que es necesario dar más pasos: no se puede hablar de paz y al mismo tiempo seguir preparando la guerra.
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