Erbil (AsiaNews)- Respondiendo al pedido lanzado varias veces por el patriarca caldeo, mar Louis Raphael Sako, el lunes, 30 de enero, la comunidad cristiana iraquí celebró el primer retorno de una familia cristiana a Teleskuf (Planicie de Nínive).
Un evento histórico, porque marca el retorno de los cristianos a una de las tantas ciudades de la llanura de Nínive, en el norte del país, que habían caído en manos del Estado Islámico en el verano de 2014. Un período oscuro, caracterizado por muertes, destrucción de iglesias y de casas, centenares de miles de fieles en fuga que sólo en los últimos meses se empezó a revertir la tendencia con el inicio de la ofensiva del ejército iraquí y de las milicias kurdas.
Interpelado por AsiaNews, el primado caldeo manifestó “alegría” y “satisfacción” por este evento; mar Sako espera que sea sólo la primera de muchas familias que pueden finalmente abandonar los campos de refugiados de Erbil y del Kurdistán iraquí, para poder volver a sus tierras, a sus casas.
El patriarca explica que la primera familia en volver a Teleskuf está constituida por seis personas: El jefe de la familia, Naóiq Quliaqus Atto, la esposa y tres hijos. A éstos se agrega también el hermano del hombre.
“Volvieron a su casa después de haber transcurrido dos años y medio como evacuados en un centro de Dohuk. Quien recibió a la familia fue el sacerdote local, el Padre Salar Bodagh, responsable del comité de reconstrucción. Esto es realmente un signo de esperanza para muchos otros”, concluyó mar Sako.
En las últimas semanas, el área oriental liberada de Mosul y los pueblos de la llanura de la planicie de Nínive iniciaron un lento proceso de vuelta a la normalidad. Para permitir el total retorno de los evacuados es necesario primero reconstruir las casas y asegurar los terrenos, que están llenos de minas colocadas por los yihadistas antes de darse a la fuga.
De aquí los repetidos pedidos del patriarca a las autoridades y a los líderes internacionales para que se proceda realmente a una obra de reconstrucción. Además, espera que Mosul y Nínive puedan ser en el futuro un verdadero modelo de vivir en común y de libertad religiosa.
En días pasados, el patriarcado caldeo elaboró un elenco de las pequeñas ciudades de la llanura de Nínive liberadas por el ejército iraquí: Qaraqosh, Karamleis, Nartella y Tilkeif, y aquellas liberadas por los Peshmerga kurdos: Teleskuf, Batnaya y Boqofa).
Según un censo de 1987, en Irak había 1 millón 264 mil cristianos, hoy reducidos a poco menos de 500 mil. En particular, en Mosul y en la planicie de Nínive antes de la llegada del Estado Islámico había unos 130 mil fieles; hoy menos de 90 mil dejaron la zona luego de la persecución.
Para mar Sako es esencial restituir a la región a una vida normal. Esto puede suceder asegurando la provisión de agua, arreglando las calles, reconstruyendo los hospitales, escuelas y lugares de culto. Cada familia debe ser ayudada en la obra de reconstrucción de las casas y debe ser garantizada la seguridad de cuantos se comprometen en hacer revivir a la región.
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