Ha pasado un año desde que Bertha terminó su carrera de diseño industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana de Azcapotzalco, su sólida formación no ha sido suficiente para que pueda conseguir un empleo en la rama que estudió, pues las ofertas laborales son escasas para los jóvenes que inician en su camino profesional, situación que no es exclusiva en México sino a nivel mundial, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo al informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2025, de la OIT, el déficit mundial de empleo -el número estimado de personas que quieren trabajar, pero no tienen trabajo- alcanzó los 402 millones en 2024.
Esta cifra incluye 186 millones de desempleados, otros 137 millones que son principalmente trabajadores desanimados y 79 millones a los que les gustaría trabajar pero que tienen obligaciones, como el cuidado de otras personas, que les impiden acceder a un empleo.
El informe indica que en 2024 el empleo mundial se mantuvo estable y sólo creció gracias al aumento de la población activa, lo que sostuvo la tasa de desempleo en el cinco por ciento.
La OIT menciona que aunque la brecha se ha ido reduciendo gradualmente desde la pandemia, se espera que se estabilice en los próximos dos años.
En México, la cifra más reciente publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra que en el trimestre de julio a septiembre de este año, la población desocupada en México fue de 1.8 millones de personas. En este periodo, la población económicamente activa (PEA) fue de 61.4 millones de personas, lo que representa un aumento de 378 mil frente al mismo lapso de 2023, mientras que la población ocupada creció en 361 mil personas, hasta las 59.5 millones de personas.
Jóvenes en el desamparo
Por otro lado, destaca que el desempleo juvenil apenas mejoró y se mantuvo en el 12.6 por ciento. El trabajo informal y la pobreza de los trabajadores volvieron a los niveles anteriores a la pandemia, siendo los países de bajos ingresos los que tuvieron más dificultades para crear empleos decentes.
El análisis de la OIT resalta que la desaceleración de la economía mundial dificulta la plena recuperación de los mercados laborales.
Apunta que las tasas de participación en la fuerza de trabajo han descendido en los países de renta baja y han aumentado en los de renta alta, sobre todo entre los trabajadores de más edad y las mujeres. Sin embargo, las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo grandes, con menos mujeres en la población activa, lo que limita los avances en el nivel de vida.
Con respecto a los hombres jóvenes, la participación ha disminuido drásticamente, y muchos de ellos no cursan estudios, ni trabajan, ni siguen una formación. Esta tendencia es especialmente pronunciada en los países de renta baja, donde las tasas de “ninis” entre los hombres jóvenes han aumentado casi cuatro puntos porcentuales por encima de la media histórica anterior a la pandemia, lo que les hace vulnerables a los retos económicos.
Las tasas de “ninis” en los países de renta baja aumentaron en 2024, con 15.8 millones de hombres jóvenes (20.4 por ciento) y 28.2 millones de mujeres jóvenes (37 por ciento), lo que supone un incremento de 500 mil y 700 mil, respectivamente, con respecto a 2023.
A nivel mundial, 85.8 millones de hombres jóvenes (13.1 por ciento) y 173.3 millones de mujeres jóvenes (28.2 por ciento) eran “ninis” en 2024, lo que supone un aumento de un millón y 1.8 millones, cada uno, con respecto al año anterior.
¿Crees que se exige mucho a los jóvenes para conseguir empleo?
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