Damasco (AsiaNews/Agencias)- En Siria está en riesgo la “frágil” tregua nacional firmada por el gobierno sirio y las milicias rebeldes, que está en vigor desde la medianoche del 30 de diciembre.
La tregua que, en un primer momento parecía mantenerse en diversos frentes, ahora corre peligro de ser rota, y con ella emerge la prospectiva de una escalada ulterior de violencia.
El frente anti-Assad se dijo listo para suspender la participación en los preparativos de las pláticas de paz promovidos por Rusia y Turquía, programados para realizarse en Astana, Kazajistán. Las milicias denuncian “muchas y graves violaciones” al cese del fuego por parte del ejército leal al gobierno sirio.
En una declaración oficial difundida ayer, firmada por diversos grupos rebeldes, se acusa al “régimen y a sus aliados” de continuar “disparando y cometer muchas y graves violaciones” al cese del fuego. “Dado que estas violaciones continúan, las facciones rebeldes anuncian… la congelación de todas las discusiones ligadas a las negociaciones de Astana”.
Como respuesta, el ejército gubernamental rechaza toda acusación y afirma que respeta todos los puntos previstos en el acuerdo sobre el cese al fuego nacional.
Al inicio de año el Consejo de Seguridad de la ONU votó por unanimidad el propio apoyo a los esfuerzos conjuntos de Moscú y Ankara para poner fin al conflicto sirio y relanzar las pláticas de paz.
En casi seis años de guerra murieron más de 300 mil personas (según otras fuentes, hasta unas 450 mil) y millones de evacuados, dando origen a la más grave emergencia humanitaria de la historia reciente.
A nivel nominal, la tregua es de escala nacional; pero en realidad se refiere sólo a Siria occidental, donde las tropas gubernamentales y las milicias rebeldes involucradas en el acuerdo tienen presencia militar.
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