Baghdad (Agencia Fides).– No se necesitan tropas extranjeras para proteger a los pueblos y zonas de la Llanura de Nínive, donde antes o después podrán volver los cristianos que vivían allí antes de agosto del 2014, cuando esos territorios fueron invadidos por los yihadistas del auto-proclamado Estado Islámico.
De esta manera respondió el patriarca caldeo Louis Raphael I Sako, en una entrevista publicada por la revista online ankawa.com, refiriéndose a las propuestas de aquellos que sostienen la necesidad de involucrar a los ejércitos extranjeros y a coaliciones militares internacionales para asegurar el re-asentamiento de los refugiados cristianos en esas tierras, mientras continúa la ofensiva para expulsar a los yihadistas del Estado Islámico también de Mosul, su último bastión en territorio de Irak.
En cambio, el primado de la Iglesia caldea admite la posible utilidad de una participación de la ONU o de los observadores de la Comunidad Europea para supervisar y fomentar el retorno de los cristianos de la Llanura de Nínive a sus hogares, vigilando para evitar cualquier violación posible.
Al mismo tiempo remarcó su rechazo a cualquier “acoso extranjero” que trate de evitar el regreso de los habitantes de la Llanura de Nínive, y también rechazó la perspectiva de institucionalizar “milicias cristianas” organizadas sobre una base confesional, fuera del marco proporcionado por las instituciones civiles y militares nacionales.
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