El enfrentamiento comercial que hoy viven China y los Estados Unidos se parece, en más de un sentido, al que vivió el mundo durante la Guerra Fría.
La Guerra Fría es el nombre que se dio al enfrentamiento que encabezaron la entonces Unión Soviética y los Estados Unidos durante un periodo que se inició al término de la Segunda Guerra Mundial y concluyó al caer el Muro de Berlín en 1989. Un conflicto que se caracterizó por el enfrentamiento político, económico, social, informativo, científico y tecnológico, pero no directamente bélico.
Se trata de una etapa muy parecida a la que hoy se vive en el enfrentamiento no violento entre China y EU.
Por un lado, el gobierno de EU ha implementado una serie de sanciones contra el comercio chino, a lo que el gobierno del país asiático respondió con la implementación de sanciones similares contra productos de la Unión Americana.
Durante la Guerra Fría se lograron grandes avances tecnológicos, entre ellos la telefonía móvil. La nueva disputa, que se da precisamente en el campo tecnológico, los países que compiten por la tecnología 5G, una interconexión suficientemente rápida como para generar comunicación en tiempo real, interconectar más de 100 aparatos con el Internet de las Cosas y controlar la inteligencia artificial.
La tecnología 5G fue desarrollada por Huawei, empresa China beneficiada por la política gubernamental Made en China 2025; implementada mediante un decreto del gobierno que pretende convertir al país asiático en la primera potencia electrónica mundial.
El conflicto Huawei – EU, punta de un iceberg mundial
La tecnología 5G está caracterizada por mover hasta 10Gbs de datos por segundo, lo que implica un aumento de 100 veces de las tecnologías 4G y 4.5G, que actualmente se utilizan en todo el mundo.
Tiene también una latencia de 1 milisegundo, lo que permite una conversación telefónica en tiempo real, o videollamadas de tiempo real. Actualmente, la más veloz transmisión de datos por teléfono tiene un retraso o delay 100 milisegundos.
Incluye una banda ancha 1000 veces más rápida por unidad área, una disponibilidad de 99.9% de cobertura, la posibilidad de tener 100 dispositivos conectados y hasta 10 años de duración en la batería en dispositivos de baja potencia.
Esta tecnología ayudaría a localizar los dispositivos en tiempo real, así como tener imagen de las cámaras de cualquier aparato que estuviera conectado a esta red en tiempo real, lo que ha provocado en el gobierno norteamericano la sospecha de que la 5G será utilizada por China con fines de intervención y control.
En un informe de seguridad del gobierno de los Estados Unidos, filtrado en 2018 se lee: “Quien domine el mercado del 5G, tendrá una enorme ventaja para comandar las alturas de la información, y estamos perdiendo la batalla”.
De acuerdo con Antonio Rodríguez, periodista especializado en temas económicos, la tecnología 5G implica también un problema de seguridad; el control de la 5G implicaría un problema en el caso de algún conflicto armado, porque podría permitir el control de sistemas de refinerías, sabotear sistemas de transportes o controlar suministros armados y alimenticios.
El conflicto con Huawei y el desarrollo de la tecnología 5G no es nuevo: en 2012 Australia decidió vetar a la empresa china para evitar que recibiera cualquier concesión gubernamental, con el argumento de que así se frenaban los intentos de espionaje del gobierno chino.
Wikileaks y otros portales internacionales aseguraron en ese entonces que China espiaba al gobierno australiano porque el país pertenece al Grupo de los 5 ojos, un bloque de países que colaboran para efectuar, precisamente; actos de espionaje.
El Grupo de los 5 ojos está conformado por Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos. Nació después de la Segunda Guerra Mundial y su finalidad como bloque de espionaje mundial es compartir entre sí información estratégica. Si el gobierno Chino pudiera hacer espionaje en servidores australianos, obtendría la información de todos los países del grupo.
En 2017, en China, se votó una ley que obliga a todas las empresas chinas a transmitir información al gobierno chino; por ello en diferentes ocasiones, Huawei ha sido acusada por varias naciones de transmitir información al gobierno de ese país asiático.
Durante la Guerra Fría, las agencias de inteligencia de la URSS y los EU (KGB y CIA, respectivamente) se acusaron mutuamente de robarse información para adelantarse en la carrera tecnológica. De hecho, según un documental de la BBC titulado “Cosmonautas: cómo Rusia ganó la carrera espacial”, si la CIA no hubiera robado los informes que la URSS tenía, no habría sido posible que en 1969 la NASA enviara personas la Luna.
En 2018, el fiscal interino Matthew Whitaker aseguró que Huawei robó propiedad intelectual a la empresa T-Mobile, lo cual, según el informe del fiscal, le habría dado ventaja en la investigación en torno a la 5G.
Durante la Guerra Fría también hubo conflictos bélicos internacionales, pero nunca hubo uno directo entre la URSS y los EU. Algunos ejemplos son la guerra de Corea, la de Vietnam y la Crisis de los misiles, en Cuba.
Al estilo de la Guerra Fría, en la crisis humanitaria de Venezuela, Estados Unidos se ha manifestado contra el régimen de Nicolás Maduro y presiona para que hagan lo mismo a los países que son sus aliados, mientras que China y Rusia se han declarado a favor de Maduro, y ayudan al régimen madurista en su intento por no caer.
De igual manera, el presidente norteamericano Donald Trump ha atacado en diferentes ocasiones al gobierno de Corea del Norte por su investigación nuclear y por la posesión de misiles, mientras que Vladimir Putin, líder ruso, y el gobierno chino, han extendido la mano a los coreanos como respuesta a las sanciones económicas impuestas por Trump.
El pasado 6 de junio, China y Rusia firmaron un acuerdo bilateral económico que el presidente Putin consideró “sin precedentes”, y al otro día, Huawei firmó un acuerdo con la empresa MTS rusa, para desarrollar la tecnología 5G en territorio ruso.
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