“La protección efectiva del derecho a la libertad de religión, de creencias y libertad de expresión garantizan un futuro inclusivo”, comentó monseñor Ivan Jurkovič.
Monseñor Ivan Jurkovič presentó el informe de la Relatoría Especial sobre la libertad de religión o de creencias, durante el 40º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Durante la presentación de este informe monseñor Jurkovič destacó el avance que ha tenido la humanidad al acordar internacionalmente “la libertad de religión y las convicciones, junto con el derecho a la libertad de expresión, como uno de los principales pilares de la arquitectura de los derechos humanos”.
Sin embargo, también reprobó el retroceso que ha existido en temas de discriminación, intolerancia, agresión, encarcelamiento e incluso la muerte. “Cuando a las personas y a los pueblos no se les permite vivir y celebrar en coherencia con sus convicciones más profundas, los lazos que mantienen unidas las comunidades se disuelven y la violación de los derechos generará, a menudo, una crisis violenta”.
Además, afirmó que la protección efectiva del derecho a la libertad de religión, de creencias y libertad de expresión garantizan un “futuro inclusivo” que puede ayudar a que la Agenda 2030 tenga una implementación exitosa.
La Agenda 2030 fue aprobada en 2015 por las Naciones Unidas y en ella se incluyen soluciones “urgentes y efectivas” para el desarrollo sostenible del mundo, según lo expresó el papa Francisco, haciendo un llamado a las partes políticas y económicas del mundo para trabajar con esta agenda para lograr el equilibrio de justicia.
Al finalizar, Jurkovič aseguró que la libertad religiosa “florece o se marchita” con los derechos humanos, por lo que el respetar este derecho y fomentarlo puede considerarse como la “prueba de fuego de todos los demás derechos”.
Monseñor Ivan Jurkovič es observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, entre otras organizaciones de nivel internacional que se encuentran en Ginebra, por lo que él es quien se encarga de representar a la Iglesia y abogar por sus derechos.