La maestra Guadalupe Álvarez Naveda siempre fue reconocida por sus cualidades académicas, filosóficas y sociales.
La educación desarrolla las capacidades morales, intelectuales, afectivas y emocionales del individuo. Cuando una persona recibe educación, aprende los conceptos básicos de todo lo que lo rodea y las puertas del conocimiento se abren para dar entrada a un mundo lleno de datos, nombres y razonamientos lógicos.
Cada cabeza es un mundo y la educación lo demuestra, pues por su complejidad, maneja estrategias, programas y planes distintos, que tienen la finalidad de asegurar el aprendizaje y el desarrollo de cada persona, pues todos procesamos la información de manera diferente.
Aunque en México la más común sea la educación regular, también existe la educación especial; implementada para dar atención por medio de planes, estrategias y actividades a quienes padecen discapacidades mentales o físicas, con el fin de asegurar su aprendizaje.
Hace 92 años, el 7 de agosto de 1927, nació Guadalupe Álvarez Naveda, reconocida mundialmente por impulsar la educación especial en México. Álvarez Naveda participó en la creación de más de 11 instituciones dedicadas a la educación especial y fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por su labor sobresaliente.
De la época de Álvarez Naveda a la fecha, mucho se ha avanzado en materia de educación especial en México, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Educación especial en México
Aunque los inicios de la educación especial fueron durante el gobierno de Benito Juárez, alrededor de 1869, nunca existió una institución formal que diera seguimiento y atendiera los casos de educación especial. Fue hasta 1970 cuando se publicó en el Diario Oficial la creación de la Dirección General de Educación Especial.
De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México hay 5 739 270 personas con discapacidades físicas o mentales, cifra que representa 5.1% de la población total y aunque existen escuelas especiales en todos los estados de la República, los recursos son limitados y no dan abasto para atender a todas las personas que lo necesitan.
Además, con sus recientes programas de austeridad, el gobierno de México ha detenido el presupuesto destinado a centros de atención a personas discapacitadas, pese a que en estos centros se refuerza por medio de programas y estrategias el aprendizaje de quien lo necesita.
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Cómo ejemplo se encuentra la desaparición, por falta de presupuesto, del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis) pues, de acuerdo con declaraciones de Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el gobierno planea crear un Sistema Nacional de Atención a la Discapacidad, pero desafortunadamente aún no hay fechas establecidas para eso.
Argelia López, psicóloga con experiencia en educación especial y maestra de niños con Síndrome del Espectro Autista o Asperger, explicó que aunque la educación especial está hoy más desarrollada que hace 50 años, aún hace falta atención, desarrollo y apoyo del gobierno y la sociedad para mejorar en este campo.
“La desinformación y la falta de preparación de padres maestros y en general de la sociedad hacen que en muchos casos las personas no sepan cómo enseñar a personas con discapacidad”, indicó Argelia respecto a que es necesario que el gobierno implemente más campañas y proyectos que eduquen a la sociedad sobre cómo tratar a estas personas, además de destinar mayor presupuesto a los estudios y avances en este campo.
Educadoras especiales, aprendizaje constante
La psicóloga indicó que ser maestra de educación especial requiere gran dedicación, pues los niños que padecen discapacidades mentales o físicas aprenden de maneras específicas y personalizadas, que requieren trabajo constante. “Las maestras necesitan estar en constante capacitación, pues todo va muy rápido y los avances en este campo son nuevos todos los días”, indicó López.
“Aunque los niños que reciben educación especial no aprenden de la misma manera que un niño sin discapacidades, el conocimiento que reciben es el mismo”, indicó López destacando la importancia de que un maestro de educación especial reciba la preparación necesaria para conocer las estrategias adecuadas para cada pequeño, pues a diferencia de la educación regular, la especial te reta constantemente a buscar soluciones y maneras creativas de transmitir conocimiento.
La maestra afirmó que el aprendizaje “no debe ser un proceso cuadrado” o con reglas estrictas. Además, indicó que las maestras de educación especial deben dejar de lado cuestiones sentimentales para brindarle lo mejor a sus alumnos, pues en su día a día se encuentran con casos difíciles de afrontar y sumamente delicados.
Guadalupe Álvarez, impulsora de la educación especial
Guadalupe Álvarez Naveda nació en Xalapa, Veracruz, el 7 de agosto de 1927. Desde pequeña se destacó por tener un carácter decidido, empático y firme. En 1947 se tituló como maestra en la Escuela Normal Enrique C. Rebsamen y decidió viajar a la Ciudad de México para nutrir sus conocimientos, pues el su tierra había poco avance en educación.
La maestra “Lupita” Álvarez aportó mucho a México y ayudó a cientos de niños en su aprendizaje, además de fundar la Clínica de Conducta y el Instituto Dr. Roberto Solís Quiroga estableció cinco Escuelas Federales de Educación Especial en Veracruz. Viajó por todo México compartiendo sus conocimientos en cientos de cursos, talleres y pláticas para profesoras y padres de familia.
Guadalupe Álvarez Naveda fue reconocida por sus cualidades académicas, filosóficas y sociales, en 1985 la Unión Femenina Iberoamericana la nombró como la Mujer del Año y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la reconoció por impulsar la educación especial a nivel mundial.
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