El Papa Francisco pidió al Espíritu Santo les conceda la memoria que renueve la capacidad de soñar.
Los jóvenes “nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que no los dejemos solos en manos de tantos mercaderes de muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión” señaló el Papa Francisco en la homilía de la Santa Misa de Apertura de la XV Asamblea General del Sínodo de los Obispos, celebrada este de octubre. Dicha asamblea se aboca al tema de los jóvenes.
El Santo Padre pidió al Espíritu la “memoria que despierte y renueve en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y de visión en la medida que nosotros, ya mayores o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir esos sueños y esperanzas que anidan en el corazón”.
Y a su petición añadió que les conceda como padres sinodales la gracia de ser “memoria operante, viva, eficaz, que de generación en generación no se deja asfixiar ni aplastar por los profetas de calamidades y desventuras ni por nuestros propios límites, errores y pecados, sino que es incapaz de encontrar espacios para encender el corazón y discernir los caminos del Espíritu.”
Señaló que ungidos de esperanza comienza un camino eclesial capaz de cambias estructuras que paralizan y los alejan de los jóvenes “dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida”.
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Pidió a los padres sinodales que dejen de lado el “siempre se hizo así”, no encerrarse en los propios intereses sino buscar los intereses de los demás, no dejarse dominar por la autorreferencialidad.
En contraste, enfatizó que “el don de la escucha sincera, orante y con el menor número de prejuicios y presupuestos nos permitirá entrar en comunión con las diferentes situaciones que vive el Pueblo de Dios. Escuchar a Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en Él la voluntad a la que Dios nos llama”.
Esta actitud, señaló, les defiende del elitismo y de las ideologías que lejanas de la realidad.
Por otro lado recordó que la mayoría de los padres sinodales eran jóvenes durante el cierre del Concilio Vaticano II, cuyo último mensaje se dirigió justamente a los jóvenes.
“Lo que escuchamos de jóvenes nos hará bien volverlo repasar en el corazón recordando las palabras del poeta: ‘Que el hombre mantenga lo que de niño prometió’”, subrayó el Santo Padre.
En dicho mensaje el papa Paulo VI exhortaba a los jóvenes a construir “un mundo mejor que el de sus mayores”.
El Santo Padre Francisco encomendó los trabajos de la Asamblea General del Sínodo a la Virgen María. “Pongamos este tiempo bajo la materna protección de la Virgen María. Que ella, mujer de la escucha y la memoria, nos acompañe a reconocer las huellas del Espíritu para que, «sin demora» (cf. Lc 1,39), entre sueños y esperanzas, acompañemos y estimulemos a nuestros jóvenes para que no dejen de profetizar”.
La XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tratan el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, se llevará a cabo del 3 al 28 de octubre en Ciudad del Vaticano.
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