La naturaleza sexual no admite disfraces y su esencia no cambia a pesar de buscar por diversos medios confundirla, pues a pesar de cómo se perciba una persona sé es hombre o sé es mujer, eso está determinado por los cromosomas con los que se nació, los cuales entre otras cosas hacen diferentes la fuerza, la velocidad y el físico en cada uno de los sexos, lo que está demostrado por la ciencia.
A pesar de las preferencias personales y la identificación sexual que cada persona tenga, hay actividades en las que sí importa la naturaleza con la que se haya nacido, así ha quedado demostrado en diversas competencias deportivas. El caso polémico en los Juegos Olímpicos París 2024, sea protagonizado en el boxeo femenil después de la pelea entre Imane Khelif, de Argelia, y Angela Carini, de Italia, y en la que esta última decidió salir de la competencia antes de salir seriamente lastimada.
La pelea duró sólo 46 segundos en los que la boxeadora italiana lo único que hizo fue recibir un golpe en la nariz que la dejó literalmente fuera de combate, pues sin tener oportunidad de soltar un sólo puñetazo solo atinó a retroceder al sentir que no podía respirar y que perdía el equilibrio, después de ser golpeada en la cara por su contrincante.
Dolida, triste y desolada, Angela Carini prefirió dejar la contienda, pues aseguró que nunca había sentido un golpe tan fuerte, lo que atribuyó a que su contrincante tiene una fuerza superior debido a sus cromosomas y testosterona.
No somos iguales
Esta no es la primera ocasión en que las mujeres deportistas son superadas por quienes compiten con ellas de manera inequitativa, pues en ocasiones en realidad sus rivales son hombres y tienen ventajas por los que superan a las deportistas sin complicaciones.
En el caso de Imane Khelif, ha trascendido que no se trata de una mujer transexual sino de una mujer intersexual, lo que quiere decir que nació con un aparato genital femenino, pero tiene cromosomas XY y altos niveles de testosterona (las mujeres tienen dos cromosomas X en sus células, mientras que los hombres tienen uno X y uno Y).
Save Women’s Sports (SWS) es una organización que nació para defender el derecho de las deportistas a competir sólo entre iguales, es decir, que sean del sexo femenino.
SWS asegura que “el deseo de ser inclusivos está teniendo consecuencias negativas no deseadas para las mujeres y las niñas, que están perdiendo una competencia justa y significativa en todos los niveles del deporte femenino”.
Científicamente está comprobado que existen muchas diferencias físicas, entre estas están que las mujeres tienen una talla entre 7 y 10 centímetros inferior al hombre; tienen entre 4 y 6 kg más de grasa y pesa cerca de 10 kg menos.
Asimismo, los hombres tienen más masa muscular, extremidades más largas y un torso más amplio, al tener sus hombros más distanciados. Estas características hacen que las mujeres tengan cierta desventaja mecánica que les impide levantar más peso.
Mientras que las mujeres tienen una elasticidad hasta 10 por ciento mayor, al igual que la movilidad articular.
Muchas organizaciones deportivas en el mundo han entrado en el debate de si los hombres pueden o no participar en las categorías femeninas. El Comité Olímpico Internacional ha financiado estudios como el realizado por la Universidad de Brighton, el cual, entre algunos datos revela que las atletas transgénero mostraban una mayor fuerza de agarre, un indicador de la fuerza muscular general. Pero menor capacidad de salto, función pulmonar y aptitud cardiovascular relativa en comparación con las mujeres.
Golpe bajo
El incidente en la pelea en la que participó la argeliana Imane Khelif detonó nuevamente la controversia si deben o no participar los hombres que se perciben como mujeres en categorías femeninas.
El año pasado en el Campeonato Mundial de la Asociación Internacional de Boxeo, se descalificó a Imane Khelif como a Lin Yu Ting de Taiwan a consecuencia de no cumplir criterios de elegibilidad, sin embargo, se les permitió participar en las olimpiadas de Tokio y también en las actuales de París.
Después del incidente que se presentó en el ring en la que la púgil italiana, Angela Carini, fue duramente golpeada por Khelif varias organizaciones deportivas se quejaron con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, le pidieron a través de una misiva no permitir a los atletas que no hayan pasado la prueba de género competir contra mujeres en los Juegos Olímpicos de París 2024.
En la carta destacaron el hallazgo de la doctora Emma Hilton, quien científicamente demostró que el puñetazo de un boxeador masculino es 160 por ciento más potente que el de una mujer, por lo que quienes firmaron la carta aseguraron que incluir a dos hombres (Khelif y Yu-ting) en el boxeo femenino en las Olimpiadas de París, “es extremadamente preocupante, tanto para la seguridad como para el bienestar de las boxeadoras contra las que competirán estos dos hombres”.
En este deporte como en otras actividades, no se trata de autopercepción de las personas, sino de cómo responde su naturaleza, lo que significa riesgos para la seguridad e incluso la vida de las mujeres.
Te puede interesar: En México, 3.7 millones de niños sufren trabajo infantil
Facebook: Yo Influyo
