Al salir de foros internacionales o tratado multilaterales, Estados Unidos cuenta con menos responsabilidades con otros Estados.
El 31 de diciembre de 2018Estados Unidos e Israel formalmente han dejado de pertenecer a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultural (Unesco).
Éste es uno más de los foros multilaterales de los que se retira Estados Unidos, en este caso argumentó “las posturas antiisraelíes persistentes” tomadas por la Unesco, que en realidad se traduce al reconocimiento que el organismo hace de Palestina como Estado.
Aunque la decisión tuvo efectos hace sólo pocas horas, el anunció no es reciente, fue hecho en octubre de 2017. Como “una pérdida para el multilateralismo” consideró entonces la directora de Unesco, Irina Bokova.
Ya en 2011, Estados Unidos había suspendido sus aportaciones económicas a la Organización, cuando Palestina fue admitida como Estado miembro. Entre 1984 y 2003, la Unión Americana tampoco formó parte de Unesco.
Hasta el momento no ha solicitado la condición de “observador”, en tanto que el organismo calcula que debe a la institución unos 620 millones de dólares.
Pero, ¿qué otros foros ha abandonado Estados Unidos recientemente?
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, dimitir de esquemas multilaterales se ha convertido no sólo en algo posible sino en algo probable.
Como un ejemplo de esta situación es la salida de este gobierno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, llevada a cabo en el junio de 2018.
El Consejo es formado en 2006 como sucedáneo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pero la administración de George W. Bush, decide no integrarse; lo que sí ocurre en 2009 con Barack Obama. El gobierno de Trump critica la postura “hipócrita” del Consejo que mantiene en su seno a países como Venezuela o Nicaragua que abiertamente violentan los derechos humanos de sus habitantes.
Si bien lo anterior es un hecho cierto, también lo es que al encontrarse fuera del mencionado Consejo, el propio Estados Unidos no tendría censores que vigilen su actuación en diferentes ámbitos como, por ejemplo, el trato a migrantes.
La lista no termina ahí, desde el 1 de junio de 2017, Donald Trump anunció su salida del Acuerdo de París, emanado de la COP 21, es decir la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático.
Dicho acuerdo pretende “mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados, e impulsar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura incluso más, por debajo de los 1.5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales”, publicó la propia ONU.
“Las naciones se han unido para abordar al problema más serio al que se enfrenta la humanidad”, señaló el presidente de la COP 21 y en su momento ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius. Firmaron el Acuerdo de París 195 países del orbe.
Siendo Estados Unidos el segundo país generador de gases de efecto invernadero, después de China, por supuesto, que de concretarse su salida del acuerdo supondría un duro golpe para alcanzar sus objetivos.
Sin embargo, aunque el anuncio de Trump se hizo mediático y la Secretaría de Estado presentó la notificación de intención, de salir del protocolo, los mismos términos del Acuerdo no permiten la salida de sus miembros en cualquier momento.
En principio no se admite que se haga una notificación formal de denunciar el acuerdo antes del 4 de noviembre de 2019 y el proceso para concretar sus efectos tardaría un año más, por lo que en realidad no cesarían sus obligaciones, al menos, hasta el 2020.
No obstante es significativo que el presidente de Estados Unidos haya declarado desde 2012 que no cree en el proceso del cambio climático y que lo considera como un “engaño chino”. Además ya como presidente de la primera economía mundial, afirmó que “ fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburg, no de París”.
Con información de BBC Mundo, El Heraldo de México y El Financiero.