“Fue un milagro”, así calificó Julieta Apendinni, Directora del Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada México, el regreso de Cristina a su hogar, luego de haber sido secuestrada por el Estado Islámico (EI) en Irak hace tres años.
Apendinni, compartió con YoInfluyo.com algunos detalles sobre el caso de Cristina, quien desde el 10 de junio se encuentra de nueva cuenta con su familia.
La entrevistada comentó que el padre de la pequeña es ciego y cuando dan el aviso de que se aproximan los terroristas del EI o ISIS, a Qaraqosh, la madre decide quedarse, porque era imposible salir corriendo con marido en esa condición, se queda con él y con niña de tres años porque pensó que no le harían daño y el resto de su familia salió huyendo.
Los terroristas tomaron a varias personas, los dirigieron a un camión sin dañarlos pero antes de que los subieran arrancaron a la niña de los brazos de la madre, y los terroristas partieron con la menor.
Julieta Apendinni, recalcó que era muy importante encontrarla porque a muy temprana edad los hombres pueden ser dueños de las mujeres; por lo tanto los padres, enviaban por todos los medios el mensaje de la pérdida de la niña. La madre se dedicó a pedir, “literalmente a todo el mundo” a que rezaran por la pequeña.
No se tiene muy claro, señaló, lo que ocurrió a partir del secuestro pero Cristina fue protegida por una familia musulmana que la cuidó durante tres años, y no fue agredida de ninguna forma durante ese tiempo, pero no decían que tenían a una niña cristiana por miedo a los terroristas.
Cuando se fue liberando la “Llanura del Nínive”, donde la Fundación tienen un proyecto de reconstrucciones de hogares, la familia musulmana con un poco de mayor libertad de acción, busca a la familia de la pequeña.
La menor que hablaba arameo lo olvidó, volvió hablando árabe con las costumbres de la familia musulmana y a su regreso no reconoció a sus padres. Ahora, informó la Directora de la Fundación en México, están en un proceso de apoyo sicológico. “Nos toca rezar mucho por la familia” para puedan superar estas heridas, indicó.
Fue un auténtico milagro su localización, subrayó Apendinni, ya que no se conocen muchos casos de que las personas hayan vuelto después de la separación de las familias y en muchos casos no se sabe si los familiares están vivos o muertos.
“Lo interesante es cómo la fe de esta familia le pide a gritos al mundo, cuenten la historia de mi hija” recordó Apendinni. La familia rezaba cotidanamente el Santo Rosario de manera comunitaria. Su fe, fue correspondida.
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