La Organización Mundial de la Salud emite una lista de enfermedades que representan amenaza a la salud mundial, porque a pesar de que existen las vacunas y tratamientos, no es posible cubrir la demanda en ocasiones a causa de la pobreza o por los conflictos armados.
Hay enfermedades por la cuales, en pleno siglo XXI, nadie debería morir debido a que hay los suficientes avances de ciencia y tecnología para curarlas o prevenirlas, sin embargo, hay miles de personas que mueren.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales causas son la falta de preparación, la baja o nula prevención, así como una respuesta tardía en atender la enfermedad.
Y es que, a pesar de los esfuerzos que la OMS ha llevado a cabo para evitar el brote de enfermedades y emergencias de salud pública, no cuenta con los fondos suficientes para realizar sus labores, y las demanda va en aumento, advierte.
Además, denuncia que muchas de las crisis de salud son producto de la actividad de los humanos y que la mayoría de ellas puede evitarse.
Es impresionante que una enfermedad, como el cólera, que se puede tratar con la administración de suero oral (sales de rehidratación oral) sea la causa de muerte entre 21 mil y 143 mil personas en el mundo; 80% de los casos pueden combatir de la enfermedad diarreica con este método.
La mayoría de las personas víctimas de la enfermedad son aquellas que viven en pobreza o están inmersas en zonas en conflictos armados, y no cuentan con la infraestructura básica para el acceso a agua salubre o saneamiento.
La prevención es la combinación de la aplicación de vacunas anticoléricas, así como la mejora de las condiciones de agua.
Y es que, señala la OMS, 1 800 millones de personas en el mundo beben agua contaminada con heces que pueden contener el bacilo del cólera, y que 2 400 millones no cuentan con las adecuadas instalaciones de saneamiento.
Además, se ha disminuido la ayuda mundial para procurar mejoras en la calidad del agua y el saneamiento.
La difteria es una enfermedad que afecta las vías respiratorias y es de fácil transmisión, con el simple contacto con una persona enferma o por medio de “gotículas respiratorias emitidas” que son expulsadas al toser o estornudar, o por tener contacto con objetos personales del enfermo.
La OMS advierte que, a pesar de que se ha conseguido eliminar la enfermedad infecciosas por medio de la vacuna, en algunos países con deficiencia significativas en atención sanitaria, está resurgiendo de manera “alarmante”.
Otra de las enfermedades que representan un riesgo para la humanidad de no ser atendidas a la brevedad, es el paludismo. Se trata de una enfermedad mortal y transmitida por la picadura de un mosquito hembra infectado del género Anopheles.
El paludismo en un padecimiento que se presenta como una fiebre aguda que, de no tratarse en las primeras 24 horas, puede causar la muerte.
Aún no hay vacuna que proteja contra esta enfermedad, sólo hay pruebas.
En ese sentido, como método de prevención se recomienda la lucha antivectorial que es el combate contra “los mosquitos vectores de los parásitos causantes de paludismo” por medio del uso de mosquiteros tratados con insecticidas o por la fumigación de interiores.
Según cifras de la OMS, al año se registran 200 millones de casos de paludismo y causa la muerte de 40 mil infectados. La mayoría de las muertes a causa de los parásitos transmitidos por el mosquito, 90%, se concentran en África.
Asimismo, el organismo de la ONU especializado en salud, precisa que en regiones como República Centroafricana y Sudán del Sur, “el paludismo causa más víctimas que la guerra”.
La meningitis es una enfermedad que puede confundirse con una gripe, pero puede causar importantes daños cerebrales pues es una infección bacteriana que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
Esta enfermedad se concentra en el llamado “cinturón de meningitis” en África, que se extiende de Senegal hasta Etiopía y amenaza a 26 países.
El 10% de los afectados mueren. La vacuna contra la meningitis es nueva por lo que aún se encuentra en situación de escasez.
Otra de las enfermedades que considera la ONU como una amenaza para la salud es la fiebre amarilla, también transmitida por un mosquito, pero que se puede prevenir con una sola vacuna que es suficiente para toda la vida.
Si bien la enfermedad de origen vírico se ha reducido de una manera drástica, a partir de 2000 hubo un resurgimiento en África y en América, y se considera un riesgo “muy alto” en 40 países.
Asimismo, hay otros tipos de fiebres en las que es necesario poner atención para controlar, como el dengue o el virus del ébola.
El común denominador de las enfermedades expuestas por la OMS es que se agravan en la medida que se presentan en zonas en situación de pobreza, o con conflictos armados que dificultan o en algunos casos impiden el acceso al personal médico o equipo que pudiese atender a las personas en situación de enfermedad.
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