“Los conflictos armados afectan indirectamente a las comunidades que viven cerca de las zonas donde se libran las batallas”, comentó Rogelio Barrios Rosas, coordinador nacional de SDSN Youth Mexico.
Las guerras o conflictos armados implican perdidas humanas, económicas, materiales y hasta de recursos naturales. El experto en vida silvestre Zubeyr Hassan, aseguró que “la guerra es mala para la vida silvestre en tantas formas como para las personas” y de acuerdo con sus estudios, desde comenzó la guerra civil en Somalia (1991), 80% de la vida silvestre del país migró como consecuencia de los conflictos armados y los perros salvajes desaparecieron.
Otro caso semejante ocurre en Sudán del Sur, pues antes de que iniciara la guerra civil en 2013 se calcula que en la zona habitaban cerca de 10 mil elefantes, actualmente se estima que quedan 5 mil ejemplares. En otras partes del mundo los conflictos se han desatado para defender territorios naturales, como en el caso de las tribus indígenas de Guatemala, que desde hace años están en conflicto con su gobierno, para proteger sus tierras.
En el marco del Día para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, conmemorado el 6 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aseguró que “el medio ambiente sigue siendo la víctima silenciosa de los conflictos armados en todo el mundo”, pues durante las guerras, los territorios naturales y las especies animales son lo que menos le importa a las naciones.
Las guerras, dañinas para la naturaleza
Rogelio Barrios Rosas, fundador de Proyecto EcoCiencias y coordinador nacional de Sustainable Development Solutions Network (SDSN) Youth Mexico, aseguró que el daño al medio ambiente que ocurre en las guerras o conflictos armados es como un círculo vicioso, que afecta a la naturaleza en cada etapa.
“La guerra necesita recursos… en las guerras se producen armas, uniformes y muchos de los enfrentamientos ocurren en tierra virgen, en bosques, selvas o territorios naturales”, afirmó Barrios Rosas y explicó que para la fabricación de armas se fomenta la extracción de minerales y se explota.
Además, el joven ambientalista recalcó que la pólvora, los químicos y los ingredientes que contienen las armas que se utilizan en las guerras, contaminan la tierra, pues muchos de esos materiales son dañinos. “Los materiales explosivos (misiles, bombas, granadas) tienen muchos componentes sumamente tóxicos que envenenan el suelo”.
Rogelio Barrios comentó que los conflictos armados afectan indirectamente a las comunidades que viven cerca de las zonas donde se libran las batallas, pues los sembradíos, el agua o hasta el aire contienen residuos que pueden dañar la salud de las personas. “Si se detona una bomba con plomo cerca de un río, la corriente puede llevar los residuos químicos a lagos o lagunas de donde seres humanos o animales beban… el daño que la bomba causa es colateral”.
Guerras nucleares, la gran amenaza
El coordinador de SDSN Youth México, Rogelio Barrios Rosas, indicó que pese a los severos daños que el armamento nuclear ha dejado en el mundo, el ser humano no ha entendido qué tan dañino es utilizar esa armas y sigue probando los alcances de la energía nuclear o experimentando con bombas en zonas naturales.
“Las bombas nucleares están compuestas por uranio y plomo, ambos componentes radioactivos quedan impregnados en los suelos y hacen inhabitables las zonas”, recalcó Barrios Rosas. Además, subrayó que las partículas radioactivas pueden filtrare en la tierra y llegar a los mantos freáticos, que conducen las sustancias a zonas donde hay depósitos de agua grandes, y de los cuales animales y humanos beben, causándoles mutaciones o enfermedades severas.
Como ejemplo, Barrios Rosas puso a Chernobyl, pues luego de que el reactor nuclear número cuatro explotara en 1986, la naturaleza ha resurgido y hoy la ciudad de Prípiat, que fue abandonada tras el accidente nuclear, está invadida por la naturaleza; sin embargo, la vegetación y los animales que habitan la zona están contaminados y muestran diversas mutaciones.
Finalmente el joven Rogelio Barrios comentó que los desastres humanos y naturales que la guerra y los conflictos armados han dejado deben ser tema de reflexión para los gobernantes, pues “no se le puede pedir a los mandatarios que piensen en el medio ambiente, cuando ni siquiera empatizan con los seres humanos”.
Y recalcó que se deben tener acciones inmediatas que busquen trabajar por la conservación del medio ambiente en las guerras, pues dañar al medio ambiente nos afecta a todos por igual, pues la naturaleza es la materia prima para la vida de todo ser humano.
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