En un mundo de abundancia, dejar que la gente se muera de hambre es una opción de política, aseguraron 238 organizaciones de la sociedad civil en una misiva enviada a los líderes de los estados miembros de la ONU a quienes pidieron actuar urgentemente contra esta tragedia.
Al rededor del mundo una persona muere de hambre cada cuatro segundos, 882 mil personas padecen hambre catastrófica; 50 millones están a un paso de la muerte por inanición y más de 345 millones luchan por alimentar a sus familias y corren el riesgo de morir, evidenciaron 238 organizaciones de la sociedad civil en una carta abierta dirigida a los líderes mundiales agrupados en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Las organizaciones civiles reprocharon que “en un mundo de abundancia, dejar que la gente se muera de hambre es una opción de política”, por lo que hicieron un llamado a los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que “muestren liderazgo político en la crisis alimentaria mundial convirtiendo las promesas en medidas inmediatas”.
En la misiva, también advirtieron que “la comunidad internacional y los gobiernos nacionales están incumpliendo su deber y han dado prioridad a los intereses políticos y económicos por encima del bienestar de los niños, las familias y las comunidades más vulnerables del mundo. A pesar de que los líderes políticos han realizado muchas promesas, en las ciudades, pueblos, aldeas y campamentos de refugiados y desplazados internos donde millones de vidas están en juego, muy poco ha cambiado”.
Asimismo, aseguraron que la prevención y mitigación del hambre, ahora y en el futuro, debe ser una prioridad absoluta en la Asamblea General de las Naciones Unidas de este año. Esto significa proporcionar una financiación suficiente, rápida, flexible y plurianual para salvar vidas ahora y la promesa de trabajar de forma colectiva para cumplir los compromisos de alcanzar el hambre cero y acabar con las crisis del hambre de una vez por todas, expresaron.
Las organizaciones no gubernamentales indicaron que debido al trabajo que llevan a cabo en diversas partes del mundo en zonas de gran vulnerabilidad, pueden atestiguar los efectos catastróficos que ocasiona la actual crisis alimentaria mundial, “sin precedentes”, por lo que el llamado a los líderes mundiales es para que actúen con urgencia y de manera inmediata para evitar más sufrimiento innecesario.
Asimismo, hicieron notar que detrás de las estadísticas hay personas reales, y la falta de acción tiene consecuencias horribles de vida y muerte reales.
Los organismos civiles subrayaron que como líderes mundiales los representantes de la ONU deben tomar medidas urgentes para detener esta crisis y prevenir otras futuras.
Además, indicaron que para ayudar a las 882 mil personas que padecen hambre catastrófica en la actualidad y evitar que otros 50 millones más caigan en esta situación, es necesaria una aportación financiera inmediata, así como apoyar a los países y comunidades vulnerables para que desarrollen su capacidad de recuperación “ahora”, toda vez que aseguraron que se ha perdido demasiado tiempo.
De la misma manera, pidieron que tomen medidas para anticiparse, prevenir y prepararse para crisis posteriores con el fin de asegurar el futuro, incluyendo la provisión de la tan necesaria financiación para el clima, la reasignación de los Derechos especiales de giro y el alivio significativo de la deuda.
En su llamado a la acción de los líderes mundiales, las 238 organizaciones no gubernamentales indicaron que “la vida de millones de niñas, niños, mujeres y hombres depende de las acciones audaces y valientes que ustedes, los Estados miembro de las Naciones Unidas, tomen o dejen de tomar cuando se reúnan en la Asamblea General de la ONU”.
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