“El grito de los pobres es escuchado por Dios. Es el propio Cristo quien en los pobres levanta su voz para despertar la caridad de sus discípulos. Nos pide que lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad”, señaló el Papa Francisco.
“La injusticia es la raíz perversa de la pobreza. El grito de los pobres es cada día más fuerte pero también menos escuchado, sofocado por el estruendo de unos pocos ricos, que son cada vez menos pero más ricos”, señaló el Papa Francisco en su homilía con ocasión de la II Jornada Mundial de los Pobres, celebrada en la Basílica de San Pedro, este 18 de noviembre.
El Papa señaló, que al igual que Jesús al escuchar el grito del apóstol Pedro, nosotros también debemos escuchar el grito de los que viven en aguas turbulentas. “El grito de los pobres: es el grito ahogado de los niños que no pueden venir a la luz, de los pequeños que sufren hambre, de chicos acostumbrados al estruendo de las bombas en lugar del alegre alboroto de los juegos. Es el grito de los ancianos descartados y abandonados. Es el grito de quienes se enfrentan a las tormentas de la vida sin una presencia amiga. Es el grito de quienes deben huir, dejando la casa y la tierra sin la certeza de un lugar de llegada. Es el grito de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen. Es el grito de tantos Lázaros (pobres) que lloran, mientras que unos pocos Epulones (ricos) banquetean con lo que en justicia corresponde a todos. La injusticia es la raíz perversa de la pobreza. El grito de los pobres es cada día más fuerte pero también menos escuchado, sofocado por el estruendo de unos pocos ricos, que son cada vez menos pero más ricos”.
El Papa Francisco resaltó que, ante la dignidad humana pisoteada, el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, o con los brazos caídos, por tal motivo exhortó a extender las manos hacia el pobre como señala el Evangelio. “El grito de los pobres es escuchado por Dios. Es el propio Cristo quien en los pobres levanta su voz para despertar la caridad de sus discípulos. Nos pide que lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad, en el enfermo y el encarcelado”, puntualizó.
La Jornada Mundial de los Pobres fue instituida por el Papa Francisco en 2017 y tiene como objetivo estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro, además de invitar a toda persona de buena voluntad para compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad.
En este contexto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Rogelio Cabrera López, afirmó que “la pobreza puede vencerse siempre y cuando haya personas con un corazón solidario que sigan a Jesús”.
Así lo señaló en un video difundido en sus redes sociales, con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres que se celebró el domingo 18 de noviembre.
El presidente del Episcopado, y arzobispo de Monterrey, animó a la comunidad neolonesa a tener un corazón sensible a la pobreza en el estado donde “cerca de 1 800 000 personas no tienen lo necesario para vivir, unas 800 000 no tienen que comer y cerca de 160 000 están en muy extrema pobreza”.
La pobreza en México
De acuerdo con el estudio más reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México 4 de cada 10 habitantes vive en condiciones de pobreza, lo que significa un 43.6% de la población nacional.
De los 53.4 millones pobres que hay en México, el 9.4% está en la pobreza extrema.
Cabe señalar que los cinco estados que aumentaron su porcentaje de población en situación de pobreza son: Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Campeche.
Te puede interesar: Siete de cada 10 indígenas en México viven en pobreza
