La guerra comercial que Estados Unidos ha mantenido contra el gobierno de China, es producto de la disputa por el futuro de la tecnología 5G, capaz de conectarse con inteligencia artificial.
En estos últimos meses, la guerra comercial entre Estados Unidos y el gigante asiático, China, ha generado preocupación e incertidumbre en los mercados del mundo y ha acaparado los titulares de los medios.
La noticia de las fracturas entre las empresas de China y las norteamericanas fabricantes de software y hardware, que le prestaban servicio a Huawei, ha preocupado también a los usuarios de teléfonos celulares en México, quienes estan muy pendientes del conflicto.
Una investigación de YoInfluyo.com revela lo que hay detrás de este conflicto, punta de un gran iceberg comercial que afecta al mundo. Esta es la primera de dos entregas.
Contexto histórico
Desde que Donald Trump comenzó su campaña para la presidencia de los Estados Unidos en 2006, manifestó su intención de dinamitar varios pilares de la economía estadounidense. De hecho, una vez electo presidente, una de sus primeras medidas fue terminar con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP, por sus siglas en inglés).
El TTP representaba 40% de la economía mundial y trabajaba en lograr un acuerdo comercial entre Estados Unidos, México, Canadá, Japón, Australia, Brunei, Chile, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. A pesar de que China no estaba en el tratado Transpacífico, Donald Trump decidió sacar a EU.
Sin embargo, esa no ha sido la única medida de Trump en torno a las políticas económicas y comerciales de Estados Unidos. De igual manera, desde su campaña presidencial, el actual presidente norteamericano adelantó su intención rediseñar el Tratado de Libre Comercio (TLC) que desde principios de la década de los 90 EU tenía con Canadá y México.
Como método de presión para renegociar el TLC implementó una serie de aranceles a algunos productos mexicanos y canadienses: aumento 25% la cuota sobre importaciones de acero y 10% es sobre las de aluminio.
El argumento central del presidente Donald Trump en cada una de estas decisiones es que todo el mundo se ha enriquecido a costa del dinero de empresas de EU.
Con estas medidas Trump pretende que muchos productos se fabriquen en la Unión Americana, para mejorar los índices de empleo. Además, pretende reducir el déficit comercial, ya que EU compra a China más de lo que le vende.
El doctor Jaime Linares Zarco, profesor de tiempo completo de economía en la FES Aragón de la UNAM, sostiene que estas medidas ya se veían venir desde la campaña de Trump, sin embargo estas formas de negociación del mandatario norteamericano son cuestionables.
Como presidente de un paìs miembro de la Organización Mundial del Comercio, está obligado a apegarse a los acuerdos, las normas y los lineamientos que rigen a la organización, exlica Linares. A la luz del reglamento internacional de la organización mundial del comercio, Trump está brincándose esos acuerdos, pero como es mandatario de la nación más poderosa, se da el lujo de pasar por encima de las reglas, explicó.
Guerra comercial con China
El gobierno de Donald Trump ha considerado a China como una de sus mayores amenazas comerciales. Basta observar qué tan rápido han crecido las importaciones desde ese país, y comprobar que prácticamente todos los productos que se comercializan en el continente americano son hechos en China.
Ello es resultado de la estrategia Made In China 2025, implementada por el gobierno chino para impulsar la reestructura de su industria, con el objetivo de dejar de poner énfasis en la cantidad de producto y mejorar, en cambio, la calidad y la eficiencia en la producción.
Este plan, que pretende que China se convierta en una potencia tecnología a escala internacional, por delante de Alemania, Japón y Estados Unidos, no es bien visto por el presidente norteamericano, que desde su llegada al poder comenzó a ejercer presión sobre el país asiático.
Una de las medidas que EU ha implementado contra China, por ejemplo, fue aplicar nuevos aranceles hasta por 200 mil millones de dólares sobre las importaciones del país asiático, situación que ha afectado a los consumidores de productos de aquella nación oriental, ente los que destacan: equipaje, guantes de béisbol, muebles de bambú, candelabros, veleros, lanchas y canoas.
Según el doctor Linares, este comportamiento es circunstancial: lo que subyace en estas decisiones es la intención de triunfar en las elecciones del próximo año. Cuando fue candidato, una de sus promesas fue revertir el déficit comercial que tiene EU con China, que hasta el año pasado, era de casi 400 mil millones de dólares. Lo que persigue esta arbitraria imposición de aranceles es reducir el comercio con China y, de manera muy ingenua, tratar de mejorar así la situación económica estadunidense, explicó el especialista.
Pero el problema no se queda en Asia: el teléfono inteligente Iphone, ensamblado en China, es importado por EU, que lo comercializa en el resto de América Latina, Canadá y Europa, por lo que al aumentar los aranceles a los productos chinos, se provoca un incremento de precio del dispositivo en todo el mundo.
Según Jaime Linares, especialista en economía de la UNAM, con estas medidas resulta imposible revertir el déficit comercial, como lo pretende el gobierno de Trump por diferentes factores:
En términos de costos, explicó, la economía de EU es más cara y menos productiva que la china, de manera que es muy difícil que la sola imposición de aranceles pueda revertir el déficit comercial que, desde hace varios años, tiene EU con aquel país.
Ante los embates de Estados Unidos contra productos chinos, el país afectado respondió con un aumento de aranceles de 60 mil millones de dólares a productos estadunidenses.
Los aumentos arancelarios que China aplicó a productos norteamericanos afectan a tres categorías. En la primera, compuesta por maquinaria, algodón y granos; se aumentó 15% el arancel; en la segunda, compuesta por piezas de aviones, instrumentos ópticos y ciertos tipos de muebles, el incremento fue de 10% de impuesto, y la tercera categoría, que comprende productos como harina, maíz y vino, se aumentó 5%.
Esta guerra comercial ya ha causado. Huawei es solo la primera víctima de este conflicto comercial internacional. Conozca los detalles en la segunda y última entrega de este trabajo.
Te podría interesar: China y su mega proyecto “Camino de la Seda”