Los indígenas, las poblaciones rurales, los migrantes, los adultos mayores, personas con discapacidad y los presos no tienen un fácil acceso al aprendizaje: Unesco.
Responder a los desafíos contemporáneos, como el cambio climático y la digitalización, exige ciudadanos informados, formados y comprometidos que entiendan tanto su calidad humana como sus obligaciones con otras especies y con el planeta, destaca el quinto Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sin embargo, menciona que los grupos que más necesitan tener acceso a la educación, como son los indígenas, las poblaciones rurales, los migrantes, los ciudadanos de edad avanzada y las personas con discapacidad o los presos, se ven privados de acceso a las oportunidades de aprendizaje.
El informe de la Unesco señala que cerca del 60 por ciento de los países que fueron considerados en el análisis, informaron de que no había mejorado la participación de las personas con discapacidades, los inmigrantes o los presos, mientras que el 24 por ciento de las naciones indicaron que había disminuido la participación de las poblaciones rurales. Del mismo modo, la participación de los adultos mayores también bajó en 24 por ciento de los 159 países encuestados.
Asimismo, el organismo internacional pidió hacer un esfuerzo para que se lleve a cabo un cambio importante en el enfoque sobre el aprendizaje y la educación de adultos por parte de los Estados miembros de la ONU, respaldado por una inversión adecuada que garantice que todas las personas tengan la oportunidad de beneficiarse del aprendizaje y la educación de adultos.
El informe señala que existe una gran diferencia en cuanto a la financiación pública dedicada al aprendizaje y la educación de adultos, ya que 22 de 146 países destinan el cuatro por ciento o más de su gasto público en educación al aprendizaje y la educación de adultos, y 28 destinan menos del 0.4 por ciento.
Aunque más de la mitad de los países informaron de un aumento en la participación en el aprendizaje y la educación de adultos desde 2018, los desafíos persisten. Pese a la mejora considerable en la inclusión de las mujeres y los jóvenes, la participación general en el aprendizaje y la educación de adultos sigue siendo insuficiente.
En el 23 por ciento de los 159 países que presentaron datos para el informe, menos del uno por ciento de los jóvenes y los adultos a partir de 15 años participan en programas de educación y aprendizaje. El África subsahariana se sitúa a la cabeza por un amplio margen, ya que el 59 por ciento de los países declaran que al menos uno de cada cinco adultos se beneficia del aprendizaje. Esta cifra se reduce a sólo el 16 por ciento de los países de América Latina y el Caribe y al 25 por ciento de Europa.
La elevada tasa de participación en África puede explicarse en parte por la fuerte demanda de alfabetización de adultos, explica el informe.
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