En el marco del Día de la No Violencia y la Paz, 30 de enero, el mundo vive un contexto marcado por conflictos, desigualdades y tensiones sociales, pues, según datos de la ONU, en 2023 hubo más de 56 conflictos armados activos en el mundo, lo que resalta la urgencia de fortalecer iniciativas de paz.
El Día de la No Violencia y la Paz se celebra cada 30 de enero, en conmemoración del asesinato de Mahatma Gandhi, quien fue un líder indio y una de las figuras más influyentes en la lucha por la independencia de la India y un referente mundial del pacifismo y la resistencia no violenta.
Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no proclamó oficialmente esta fecha, diversas organizaciones educativas y de derechos humanos la han promovido como una jornada de reflexión y acción.
La no violencia, ausente en el planeta
La no violencia es un principio esencial para la construcción de sociedades equitativas, pues no se trata solo de evitar el conflicto armado, sino de fomentar una cultura de paz en todos los ámbitos de la vida: desde la familia hasta la política internacional. Sin embargo, en el mundo es un factor que escasea y hasta peligra.
Según el Banco Mundial, en 2022 la violencia costó a la economía global aproximadamente el 10.5 por ciento del PIB mundial, lo que evidencia la importancia de resolver conflictos de manera pacífica; además, hay más de 110 millones de personas han sido desplazadas forzosamente debido a la violencia y persecución, según datos de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Por otro lado, el Índice Global de Paz 2023 reveló un deterioro en la estabilidad internacional, con conflictos activos en regiones como Ucrania, Medio Oriente y África; sin embargo, la historia nos demuestra que la paz puede existir entre las canciones y poderes, pues Amnistía Internacional explicó que más de 50 países han tenido transiciones democráticas pacíficas en los últimos 30 años, gracias a movimientos no violentos.
La construcción de la paz es colectiva, no individual
El Día de la No Violencia y la Paz es una oportunidad para que cada persona reflexione sobre su papel en la construcción de un mundo más pacífico, pues adoptar la no violencia en la vida diaria implica practicar la empatía, resolver conflictos con diálogo y rechazar cualquier forma de discriminación o agresión.
La educación es una herramienta fundamental para este proceso, ya que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), los países que invierten más en educación para la paz han mostrado una reducción del 30 por ciento en los índices de violencia social en los últimos 20 años.
Desde la infancia, es esencial inculcar valores de respeto y cooperación, así como fomentar espacios de debate y participación que permitan a las nuevas generaciones desarrollar habilidades para la resolución pacífica de problemas y que los niños aprendan desde pequeños que la paz es una construcción colectiva que requiere el compromiso de todos.
Construir un mundo libre de violencia es un desafío constante, pero cada acción cuenta, y desde promover el respeto en el ámbito personal hasta apoyar iniciativas globales de paz. Todos podemos contribuir a un futuro donde la armonía y la justicia sean la norma, no la excepción.
¿Qué acciones tienes para construir la paz?
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