Según una encuesta aplicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), casi la mitad de los maestros en el mundo tienen muy poca o nada de capacitación respecto a la violencia escolar, cuando son actores claves para reducir y detener las acciones violentas en las aulas de todos los países.
Datos recabados por la Unesco, en el informe “Más allá de los números: poner fin a la violencia y el acoso en el ámbito escolar”, indican que 30 por ciento de los alumnos se han peleado con algún compañero o han recibido agresiones físicas y uno de cada 10 estudiantes ha sido víctima del ciberacoso.
Ante el panorama, la Unesco recalcó que, pese a su papel clave para reducir el acoso escolar, los docentes alrededor del mundo carecen de herramientas y capacitación constante para actuar ante los actos violentos o de acoso que suceden en las escuelas y en muchas ocasiones la plantilla docente no voltea a ver esas situaciones.
Según la encuesta aplicada por la Unesco, tres de cada cuatro maestros “pueden identificar la violencia física y sexual, pero es menos probable que reconozcan algunas formas de violencia psicológica”, y cuatro de cada cinco profesores ayudan a estudiantes agredidos; sin embargo, sólo la mitad atiende a los alumnos que son testigos de la violencia.
“Tenemos a niños y niñas que están enfrentando esta realidad cada vez más frecuente, sin el soporte de sus maestros y maestras, sin el soporte institucional”, comentó Juan Martín Pérez García, de la iniciativa Tejiendo Redes Infancia, y destacó que la integridad de niñas y niños es responsabilidad de la escuela pública o privada.
La Unesco indicó que un problema que debería estar erradicado, pero no es así es la violencia física de maestros a alumnos, pues aunque en 132 países está prohibida, 68 naciones la permiten y se calcula que 90 por ciento de los estudiantes en países en desarrollo han sido violentados por los docentes.
Finalmente, la organización recalcó que la violencia física es la más común entre estudiantes, seguida de las burlas por medio de chistes, comentarios o gestos con significado sexual y muchos estudiantes también son violentados siendo excluidos o ignorados de diferentes actividades.
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