En su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud de este año 2018 que tiene como lema “No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios”, el Santo Padre Francisco, describe algunos de los temores que viven los jóvenes en la actualidad, como el no ser querido o aceptados por sí mismos, por lo que se ven “obligados a mostrarse distintos de lo que son en realidad”.
En este sentido señaló que aplican innumerables retoques a sus imágenes y hay quienes se obsesionan para obtener el mayor número de “me gusta”, y esta “inadecuación” en definitiva es una fuente de “temores e incertidumbres”, indicó.
Pero también hay otros que temen “a no encontrar una seguridad afectiva y quedarse solo” o a no poder realizarse profesionalmente y ver que sus sueños se esfuman, y aún aquellos que practican su fe también experimentan esta sensación señaló, ya que pueden temer frente a su vocación que Dios les pida demasiado, que no lleguen a ser plenamente felices o que no perseveren.
Frente al temor que el joven enfrenta, lo que es muy humano y que sienten tanto creyentes como no creyentes, el Papa les recordó que Dios nos invita a no tener miedo, como el Ángel le dice a María al anunciarle su vocación de Madre del Salvador, y además señaló que la Escritura contiene la expresión “no temas” 365 veces, “como si quisiera decir que todos los días del año el Señor nos quiere libres del temor”.
Además, indicó que para encontrar la propia vocación es indispensable el discernimiento, que no es una mera introspección y para poder descubrir la llamada de Otro es importante el diálogo, abrirse a los otros, no cerrarse, y recomendó que cuando sientan dudas acudan a la Iglesia donde habrá sacerdotes, religiosos y religiosas y muchos hermanos con experiencia que puedan ayudarlos.
“No dejéis, queridos jóvenes, que el resplandor de la juventud se apague en la oscuridad de una habitación cerrada en la que la única ventana para ver el mundo sea el ordenador y el smartphone. Abrid las puertas de vuestra vida”.
Por otro lado, recalcó que en esa llamada Dios nos habla por nuestro nombre porque somos y podemos ofrecer algo único, y que cuando se nos invita a ampliar nuestros horizontes, nos cambia el nombre como a Simón, el apóstol Pedro, y por esa misma razón quien ingresa a una orden religiosa recibe otro nombre. El Papa subrayó que los jóvenes son preciosos a los ojos de Dios.
Utilizando las palabras del Ángel a María, recuerda que la gracia refiere al “amor gratuito e inmerecido” de Dios y que anima a llevar adelante la vocación, que exige fidelidad y que sin bien habrá cruces, esa gracia se posa sobre los temores y los disuelve; que si los problemas son una realidad que no se desvanece, si la transforma.
“Nuestra vida no es pura casualidad ni mera lucha por sobrevivir, sino que cada uno de nosotros es una historia amada por Dios”.
Señaló que cuando alguien se abre a la gracia “lo imposible se convierte en realidad”, e indicó que tiene necesidad de sentir que confían en ellos por lo que recalcó que el Papa y la Iglesia confía en los jóvenes, asimismo pidió que confíen en la Iglesia, y deseó que a los muchachos se les confíen responsabilidades en la Iglesia.
Les exhortó a seguir el ejemplo de María que siempre ofreció el don de sí misma, lo que nos llevará a ser siempre una Iglesia en salida, a amar a quien no nos es muy simpático y a preocuparnos por los pobres, acciones que nos llenarán de alegría.
La Jornada Mundial de la Juventud de este año se celebrará el Domingo de Ramos como cada año que se lleva a cabo a nivel diocesano, en esta ocasión el 25 de marzo; y el próximo año 2019, en su edición internacional se desarrollará en Panamá, en el mes de enero.