El Papa Francisco ofreció su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el tema ‘la verdad os hará libres’ Fake News y periodismo de paz, en el que alertó que “una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos”.
Señaló que “en el proyecto de Dios, la comunicación humana es una modalidad esencial para vivir la comunión…Pero el hombre, si sigue su propio egoísmo orgulloso, puede también hacer mas uso de la facultad de comunicar”, como los muestran los pasajes bíblicos de Caín y Abel o la Torre de Babel.
El Obispo de Roma indicó que en el mundo digital tan difundido somos testigos de las llamadas “fake news”, siendo un “término discutido y también objeto de debate. Generalmente alude a la desinformación difundida online o en los medios de comunicación tradicionales. Esta expresión se refiere, por tanto, a informaciones infundadas, basadas en datos inexistentes o distorsionados, que tienen como finalidad engañar o incluso manipular al lector para alcanzar determinados objetivos, influenciar las decisiones políticas u obtener ganancias económicas”.
Subrayó que son eficaces por su naturaleza mimética, es decir aparentan ser plausibles, además son capsiosas, o sea hábiles para captar atención poniendo “el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido social, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración” y su difusión se apoya en “el uso manipulador de las redes sociales”.
Asimismo, el Papa indicó que se dificulta descubrirlas y erradicarlas, porque las personas en muchas ocasiones interactúan en ambientes digitales impermeables a opiniones diferentes, esto da como resultado que en lugar de comparar con otras fuentes de información y abrir un diálogo, se puede llegar a ser “un actor” de opiniones infundadas.
“El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos. Las noticias falsas revelan así la presencia de actitudes intolerantes e hipersensibles al mismo tiempo, con el único resultado de extender el peligro de la arrogancia y el odio. A esto conduce, en último análisis, la falsedad”, dijo el Sucesor de Pedro.
Para reconocerlas, indicó el Papa, hay que tener un discernimiento profundo, ya que se deben desenmascarar la “lógica de la serpiente”, que es capaz de camuflarse y morder, siendo su estrategia la “utilizada por la «serpiente astuta» de la que habla el Libro del Génesis, la cual, en los albores de la humanidad, fue la artífice de la primera `fake news´”.
El Papa señaló que la estrategia del “padre de la mentira”, es una insidiosa seducción que se vale de argumentos falsos y atrayentes, así utiliza el pasaje de la plática entre la serpiente y Eva para explicar dicha mecánica. Y subraya que “Este episodio bíblico revela por tanto un hecho esencial para nuestro razonamiento: ninguna desinformación es inocua; por el contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas. Incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos”.
A su vez profundiza al mencionar que lo que hay detrás de estas “fake news”, es el asunto de nuestra propia codicia, en nuestra sed de poder, de tener y gozar, lo que nos hace víctimas del mal que avanza de falsedad en falsedad, hasta que perdamos la libertad del corazón. Por esto llama a ponderar nuestros deseos e inclinaciones.
El Papa destacó que “la continua contaminación a través de un lenguaje engañoso termina por ofuscar la interioridad de la persona”, sin embargo para defendernos el “antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad”. La cual no es solo decir cosas reales, sino “aquello sobre lo que uno se puede apoyar para no caer”, es decir confianza, apoyo, como se entiende en la Biblia.
De esta manera para que nuestros gestos y palabras sean dignas de confianza han de promover el bien y no aislar o dividir y a su vez no se debe dejar nunca de buscar la verdad, porque la falsedad siempre acecha. También señaló que el “antídoto contra las falsedades, no son las estrategias, sino las personas, libres de codicia y dispuestas a escuchar, que permitan un diálogo.
“Si el camino para evitar la expansión de la desinformación es la responsabilidad, quien tiene un compromiso especial es el que por su oficio tiene la responsabilidad de informar, es decir: el periodista, custodio de las noticias.” Señalo que este no es sólo un trabajo, sino una misión, en la cual existe “la tarea, en el frenesí de las noticias y en el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas”.
El Papa hizo un llamado a “promover un periodismo de paz” y por tal motivo, “sin fingimientos”, hostil “a los eslóganes efectistas y a declaraciones altisonantes”, “hecho por personas para personas”, que busque las causas de los problemas, empeñado en señalar soluciones “a la escalada del clamor y de la violencia verbal”.
Finalmente incluyó una oración inspirada en aquella atribuida a San Francisco de Asís, Hazme un instrumento de tu paz.
