En el marco del mes de la Educación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que, luego de que se ha registrado un aumento sin precedentes en los fenómenos climáticos, con ciclones, tormentas, sequías e inundaciones, millones de niños y adolescentes tuvieron que interrumpir su educación en 2024.
De acuerdo con el informe Aprendizaje interrumpido: instantánea mundial de las interrupciones escolares relacionadas con el clima en 2024, el año pasado, cerca de 242 millones de infantes interrumpieron su educación por el clima, 74 por ciento se encontraban viviendo en países de nivel bajo y medio bajo socioeconómico.
Mientras que, se identificó que, en el mundo, las olas de calor, fueron el fenómeno de mayor riesgo por el cambio climático, pues se causó el cierre de muchas escuelas, con cerca de 118 millones de menores de edad afectados tan solo en abril. Entre los países más afectados por ese fenómeno estuvieron Bangladesh, Filipinas y Camboya.
“Los niños y niñas son más vulnerables a los efectos de las crisis meteorológicas, como olas de calor, tormentas, sequías e inundaciones más fuertes y frecuentes”, dijo Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef y subrayó que, físicamente, el cuerpo de los infantes se calienta más rápido, sudán poco eficiente y se enfrían lento.
Russell, destacó que, “los niños y niñas no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante, y no pueden llegar a la escuela si el camino está inundado o si las escuelas son arrasadas por las aguas”, mientras agregó que, en 2024, uno de cada siete niños no pudo ir a clases por inclemencias climáticas.
En algunos países como Afganistán, además de las olas de calor, también hubo otros fenómenos, como graves inundaciones, que destruyeron o dejaron daños en al menos 110 escuelas durante mayo. En septiembre, se estimó que al menos 16 países en el mundo suspendieron clases por fenómenos como tifones o inundaciones.
Lamentablemente, la región más afectada fue Asia meridional, en la que 128 millones de estudiantes sufrieron interrupciones escolares relacionadas con el clima en 2024; en Asia oriental y el Pacífico se afectó la escolarización de 50 millones de estudiantes, y El Niño impactó intensamente en África orinetal y meridional.
Unicef también compartió que “el cierre prolongado de las escuelas reduce las posibilidades de que los estudiantes vuelvan a las aulas y les expone a un mayor riesgo de matrimonio infantil y trabajo infantil” y aseveró que, las niñas son más afectadas, pues enfrentan el abandono escolar y violencia de genero anets y despues de los desastres.
Catherine destacó que, aunque “la educación es uno de los servicios que con más frecuencia se ven afectados por los riesgos climáticos”, muy pocas veces se considera entre la política, pese a que la educación es vital para cada país y para el mundo, y dota a los menores de las herramientas para trabajar en un futuro por la Tierra.
“El futuro de los niños debe estar en primera línea de todos los planes y acciones relacionados con el clima”, fue como finalizó la presentación del informe la representante de Unicef.
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