La ONU indicó que alrededor de 7 mil 600 personas viven para trabajar y luchar por la supervivencia, pues las condiciones en las que viven no son de calidad.
El Día Mundial de la Población, fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 11 de julio en 1989, cuando el mundo sumo la cantidad de cinco mil millones de habitantes. Este día fue creado para destacar la importancia del desarrollo de las comunidades y su bienestar.
De acuerdo con datos de las Naciones Unidas a diario nacen 236 mil personas en todo el mundo y al ritmo que llevamos, la Tierra tendrá 10 mil millones de habitantes en 2050. Sin embargo, el ser humano no ha aprendido a cuidar y repartir recursos los naturales, económicos y materiales, por lo que muchas comunidades y naciones viven en desigualdad; rodeados de violencia, pobreza y hambre.
La consultora Mercer elabora anualmente un ranking en el que posiciona las ciudades con mejor y peor calidad de vida, y durante 2018 este análisis arrojó que la ciudad con la peor calidad de vida es Bagdad, Irak; seguido de Bangui, en el centro de África; posteriormente Saná en Yemen; Puerto Principe en Haití y Kartum en Sudán. Estas ciudades comparten casi el mismo nivel de miseria, altos niveles de violencia y escaces practicamente en todos los recursos.
Mientras que la ciudad que ofrece la mejor calidad de vida es Viena, en Austria; después Zürich en Suiza; en el continente americano esta Vancouver, Canadá; Munich, Alemania y Aucklan en Nueva Zelanda. Estas ciudades gozan teniendo las mejores viviendas, situación económica, bienes disponibles y educación.
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La igualdad llega cuando decidimos luchar por ella
Carlos Arturo Hernández Dávila, profesor de Etnología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), indicó que “estamos en un nivel de alarma global, pues no somos concientes de los efectos que tiene nuestro consumo de recursos naturales y materiales”, pues el ser humano ha caído en el exceso y la falta de prácticas sustentables, por lo que el desarrollo igualitario ha quedado atrás.
Respecto a la igualdad de oportunidades y condiciones que debería existir en el mundo, Carlos Arturo explicó que se debe apostar por el avance en el reconocimiento tanto de igualdades como de diferencias, pues “esto nos ayudará a entender que en lo único en que nos parecemos es que todos somos diferentes”.
Explicó que aunque parezca una contradicción, se debe reconocer una base en común; que es el que “todos somos seres humanos, todos partimos de un sentido elemental de identidad, todos tenemos culturas” y cuando exista un reconocimiento a la mutua igualdad podrán reconocerse las diferencias que son más de las que somos capaces de apreciar a simple vista.
Finalizó afirmando que aunque se haya establecido un día que busque incentivar el desarrollo en todas las comunidades, la realidad es diferente, pues no existen cambios reales. “Las cosas cambian cuando las comunidades deciden transformar mediante el diálogo, la lucha y la organización su propia realidad”, explicó Hernández Dávila, y subrayó que el progreso es un trabajo de todos los días.
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