El avance de la inflación puede despertar al fantasma de la estanflación, si se asume un debilitamiento de las economías por el impacto de la incertidumbre bélica en el comercio.
El Banco Mundial considera que el elevado nivel de precios que están registrando en este momento los alimentos y las energías se mantendrán durante tres años, esto debido a las perturbaciones provocadas por la guerra entre Ucrania y Rusia.
En su más reciente informe publicado “Perspectivas de los mercados de productos básicos”, señala que la guerra en Ucrania ha causado una gran conmoción en los mercados de productos básicos, alterando los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de formas que mantendrán los precios en niveles históricos. Indica que los precios de productos no energéticos, que incluyen a los agrícolas, alimentos y metales, observarán un incremento de 20 por ciento en este año.
Se considera que los precios de la energía se incrementarán en 50 por ciento también en este 2022 antes de comenzar a moderarse en 2023.
El reporte advierte que si la guerra se prolonga o Rusia recibe más sanciones por su invasión a Ucrania, los precios podrían subir más y mostrar aún más volatilidad.
El vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del BM, Indermit Gill, advirtió que el avance de la inflación en estos productos en específico pueden despertar al fantasma de la estanflación, si se asume un debilitamiento de las economías por el impacto de la incertidumbre bélica en el comercio.
“La estanflación es un proceso de alzas de precios sin presión de la demanda, un fenómeno que se estaría conformando en este momento, cuando las economías están en desaceleración o estancamiento”, menciona Indermit en la introducción del documento.
El Instituto de Finanzas Internacionales señaló que, desde el fin de semana, países como Brasil, México, India e Indonesia muestran indicios de estar ya en estanflación, con señales claras en los dos gigantes latinoamericanos.
“El consiguiente aumento de los precios de los alimentos y la energía están generando un alto costo humano y económico, y probablemente frenará los avances en la reducción de la pobreza. La subida de precios de los productos básicos exacerba las presiones inflacionarias, ya elevadas en todo el mundo. Los mercados de productos básicos están experimentando una de las mayores crisis de la oferta en décadas debido a la guerra de Ucrania”, señaló Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectiva del Banco Mundial, que elaboró el mencionado informe.
También se prevé que este año los precios del trigo aumentarán más del 40 por ciento y alcanzarán un máximo histórico en términos normales. Lo cual ejercerá presión sobre las economías en desarrollo que dependen de las importaciones de trigo, en especial las que provienen de Rusia y Ucrania.
Según las proyecciones, los precios de los metales se elevarán un 16 por ciento en 2022 para atenuarse luego en 2023, pero se mantendrán en niveles altos.
El Banco Mundial insta a los funcionarios de formular políticas a actuar con prontitud a fin de minimizar los perjuicios para sus ciudadanos y la economía mundial.
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