Estados Unidos rechazó una resolución de las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres, ya que se pidió el acceso al aborto seguro para todas las mujeres en los países donde sea legal.
La administración del presidente Donald Trump dijo el mes pasado que estaba ampliando enormemente el alcance de una política de bloqueo de la ayuda estadounidense a grupos extranjeros que realizan o proporcionan información sobre abortos.
El Primer Secretario estadounidense ante la ONU en Ginebra, Jason Mack, dijo después de una resolución del Canadá en la eliminación de la violencia contra las mujeres que se aprobó por consenso, que EU “debe disociarse del consenso”, específicamente en el acceso a abortos seguros.
“No reconocemos el aborto como un método de planificación familiar, ni apoyamos el aborto en nuestra ayuda la salud reproductiva”, dijo en un comunicado leído al Consejo.
Nikki Haley, embajador de Estados Unidos ante la ONU, emplazó formalmente este mes que la administración Trump está revisando su participación en el foro y pidió reformas para eliminar lo que llamó su “sesgo crónica anti-israelí”.
El Consejo dijo que las mujeres y las niñas corren un mayor riesgo de violencia sexual en las guerras y las situaciones posteriores a los conflictos y requieren el acceso a la atención médica, apoyo psicosocial y asistencia jurídica.
Se dijo que todas las mujeres deberían tener acceso a “servicios sexuales y de salud integral”, incluyendo la anticoncepción moderna, los programas de prevención de embarazos en la adolescencia, y “aborto seguro donde dichos servicios están permitidos por la legislación nacional”.
A pesar de rechazar esa llamada, la delegación estadounidense dijo que EU “apoya firmemente el espíritu de esta resolución y se une a otros miembros de este Consejo en la condena de todos los actos de violencia contra las mujeres y las niñas”.
Los Estados Unidos es uno de los 47 estados miembros del Consejo, los cuales son elegidos por la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
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