De acuerdo con investigaciones hechas por el Laboratorio de Datos Contra la Obesidad (LabDo), si modificamos nuestras conductas de alimentación es posible evitar más del 55 por ciento del calentamiento global, pues muchos alimentos que incluimos en nuestra dieta actual, tales como la carne o los lácteos, son altas fuentes de metano.
“Es importante saber cómo y dónde se producen los alimentos, ya que en distintas condiciones pueden tener enormes diferencias en el impacto ambiental”, comentó LabDo y agregó que según la revista Nature, el consumo mundial de alimentos por sí solo podría agregar casi 1°C a la temperatura del calentamiento global para el año 2100.
¿Sabías que… el ganado vacuno que se cría en tierras deforestadas produce 12 veces más gases de efecto invernadero que los que son criados en pastos naturales? Esa carne que por lo regular se produce en el Sur de América genera tres veces más gases y ocupa 10 veces más tierra que la carne que se produce en Europa.
Además, la Secretaría especial de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) comentaron que los alimentos han generado hasta el 37 por ciento de las emisiones generadas por el hombre y los altos niveles de CO2 también afectan la composición de los propios alimentos.
“Exponer cultivos alimentarios como el trigo, el maíz, el arroz y la soja a los niveles de CO2 previstos para 2050, las plantas pierden hasta un 10 por ciento de su zinc, el cinco por ciento de su hierro y el ocho por ciento de su contenido de proteínas”, dijo el científico Sam Myers, director de la Alianza para la Salud Planetaria de la Escuela Chan de Harvard, y recalcó que todas las decisiones diarias impactan en el planeta.
“Las decisiones que tomamos todos los días (cómo calentamos nuestros hogares, qué comemos, cómo nos desplazamos, qué elegimos comprar) están haciendo que nuestros alimentos sean menos nutritivos y poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y generaciones futuras”, dijo el académico de Harvard, por lo que expertos en el mundo han recomendado ampliamente cambiar de dieta.
Finalmente, LabDo destacó que, según especialistas, se debe adoptar una dieta con mayor ingesta de plantas, cereales integrales, frutas, verduras, nueces y legumbres, y con porciones mucho menores de carnes y lácteos, las cantidades son vitales pues un adulto promedio necesita dos mil 500 kilo calorías, y consumir más alimentos de lo necesario es considerado un desperdicio, según expertos.
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